Los empresarios reclaman flexibilidad laboral para reducir el desempleo

La crisis económica se coló ayer en todos los discursos oficiales de la asamblea general de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), que cumplía 30 años y que fue presidida por los Reyes. Don Juan Carlos improvisó unas palabras antes del discurso que llevaba preparado, en las que animó a los empresarios a afrontar la "compleja situación económica" y subrayó su "pleno apoyo y respaldo".

El presidente de la organización patronal, Arturo Fernández, aprovechó la presencia del vicepresidente económico, Pedro Solbes, para proponer 10 medidas "urgentes" con las que recuperar el crecimiento económico. Entre ellas, habló de "orientar el diálogo social hacia la flexibilidad laboral" como receta para reducir el desempleo.

El líder de la CEIM, una organización próxima al Gobierno de Esperanza Aguirre (PP), también exigió "reformas estructurales" para mejorar la libre participación y la competencia en los mercados, una solución ligada al apoyo que minutos antes había dado a la política liberal de Aguirre. "Madrid demuestra hasta dónde pueden llegar las políticas liberalizadoras", subrayó. "Te animamos a ellas".

Solbes se limitó a "tomar nota" de las soluciones y a aceptar la ayuda ofrecida ante la crisis. Fue el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, quien defendió las tesis menos conservadoras. Quizás porque apenas tiene competencias económicas. Reclamó "inversión en valor añadido" para paliar la crisis y apostó por una economía basada "en el talento y la innovación". "Es una medida más eficaz que la contención salarial, que supondría un grave coste social", puntualizó.

La presidenta regional barrió para casa y agradeció a los empresarios ser "una de las claves del éxito colectivo que es la Comunidad de Madrid".