El PNV acude en bloque a la Audiencia a respaldar a Agirre

"Conozco hasta la marca de los calzoncillos de Gorka Agirre". Así de expresivo se mostró el ex presidente del PNV Xabier Arzalluz a la salida de la Audiencia Nacional, donde había acudido junto con otros dirigentes de su partido, como el actual presidente, Íñigo Urkullu, y el responsable de la formación en Guipúzcoa, Joseba Egibar, para respaldar al miembro de la ejecutiva Gorka Agirre, imputado por el juez Baltasar Garzón como presunto negociador de la red de extorsión de ETA conocida como impuesto revolucionario.

Arzalluz explicó ante el juez que todo el partido quería estar informado de lo que ocurría con ETA y que era Agirre el encargado de saber si las cartas que se recibían eran verdaderas o no, porque también hubo alguna que no era de ETA y trataba de confundir. "Lo que le ha pasado", resumió Arzalluz, "es que de tanto ir y venir con ellos, la policía tenía su idea y se creía que era uno de ellos".

'Gezi', el aparato de extorsión etarra, se reúne cada mes, dice un agente francés

El ex dirigente abertzale aseguró: "Esté usted seguro de que si hubiera sido así [que Agirre hubiera participado en la red de extorsión] le hubiéramos echado del partido".

Por su parte, Íñigo Urkullu, tras declarar ante el juez, manifestó: "Nos ratificamos en nuestra confianza plena en la inocencia del señor Gorka Agirre y además es que nos parece una aberración que alguien con su historial, habiendo estado buena parte de su vida exiliado y también siendo miembro de la ejecutiva nacional del PNV, se vea en un trance que afecta al propio PNV". Urkullu añadió que "era máxima del PNV, y Gorka Agirre era ejecutor de esa máxima, de no ceder al chantaje y a la extorsión de una organización terrorista como es ETA".

Para Urkullu, la imputación no se sostiene en absoluto, porque Agirre "no hacía otra cosa que intentar saber cuál era la realidad existente en la organización terrorista ETA y, desde luego, depositar esa información en la ejecutiva nacional del PNV".

Por otro lado, el aparato de extorsión de ETA (Gezi) se reúne todos los meses para analizar las tareas que están en marcha y las que están pendientes, lo que supone una especie de "diario de a bordo" del aparato financiero, según explicó el agente antiterrorista francés Sébastian Brueil, en el juicio que se celebra en París contra Aitor Cortázar y Zigor Merodio, presuntos integrantes del aparato de extorsión de ETA, informa Europa Press.

Brueil aseguró que en 2000 y 2001 la banda intensificó la extorsión y llegaron a contabilizarse 144 cartas a empresarios y otras víctimas como el futbolista internacional francés Bixente Lizarazu. Agregó que la actividad suele variar de año a año y que en 2003, en tres meses se remitieron 256.

En una base de datos sobre extorsionados, se encontraron tres listas, una de víctimas con el número de cartas recibidas; otra, de las extorsiones derivadas del secuestro express, y una tercera con los delatores y los etarras corruptos que se benefician del dinero de ETA.