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Reportaje:

Luchadores en vez de fantásticos

El Barcelona ya no quiere nombres, sino "gente que dé la sensación de equipo"

Joan Laporta, el presidente del Barcelona, confesó el domingo en TV-3 no reconocerse al verse gritando "¡al loro!" ante las peñas o insultando a un árbitro desde el palco de Old Trafford. También, que acepta su responsabilidad por el fiasco de esta temporada, aunque matizó que "siempre hubo coherencia en el modelo a seguir"; que Ronaldinho "se merecía en su momento otra oportunidad" y que ahora espera que Frank Rijkaard y él -"nos devolvió la alegría"- "salgan por la puerta grande".

Ayer, al día siguiente, fueron Marc Ingla, vicepresidente deportivo, y Txiki Begiristain, secretario técnico, los que dieron su versión de lo acontecido: "El curso ha sido insatisfactorio y todos somos culpables". Siguiendo la línea marcada por Laporta pidiendo perdón por los errores, reconocieron que se acabó lo que se daba. Con Rijkaard se irá medio equipo y termina una manera de trabajar que criticaron. "La gestión ha sido mala", afirmó Ingla.

También asumieron su culpa, especialmente Begiristain: "Soy el máximo responsable, pero me veo capaz de volver a generar ilusión". "No hemos sabido reconducir el rumbo", asumió Ingla, que le defendió: "Nos ha demostrado ser capaz de tomar decisiones y ofrecer soluciones y no dudamos de su capacidad de trabajo". A quien atizaron fue a Rijkaard al señalar "la mala gestión del grupo" como núcleo de todos los males. Tampoco salieron bien parados los futbolistas, sobre los que Ingla explicó que habían sido multados por no cumplir con el código interno -sin más detalles- y a los que criticó por no haber sabido resolver algunos partidos.

Begiristain anunció "una profunda renovación de la plantilla" que afectará "a técnicos, jugadores y personal del vestuario", según matizó Ingla. La idea es la de dotar a Pep Guardiola -al que Txiki calificó de "un enfermo del trabajo"- de un grupo "que sienta suyo": "Queremos un equipo por encima de todo. No nombres, sino luchadores, gente que salga al campo y dé sensación de equipo. Si han de ser fantásticos, que lo sean por ganar títulos aquí, no por el éxito logrado fuera. Que sean fantásticos por su capacidad de trabajo, su idea de grupo y los títulos que ganen".

Recordó también Begiristain que, al inicio del pasado curso, se le preguntó si había reunido al mejor plantel de la historia azulgrana. "Generamos tantas expectativas que la decepción ha sido enorme", dijo. "No ha funcionado, pero no por autocomplacencia o negligencia", medió Ingla.

"Para construir el nuevo equipo", avisó Begiristain, "es tan importante traspasar como fichar. Aceptaremos ofertas en función de lo que queremos, pero hay jugadores que queremos que sigan". Así, desveló la renovación de Sylvinho y aclaró que a Eto'o, en su caso, no lo venderían por los pitos de la afición del Camp Nou. Y sobre Ronaldinho concluyó: "Le renovamos la confianza y no ha rendido. Su presencia en el impulso del proyecto fue importantísima, pero sería injusto decir que ganábamos por él. Hay opciones. Debemos valorarlas".

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