Tregua para el Pacto de la Justicia

El Pacto de la Justicia, que incluye la renovación total del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y parcial del Tribunal Constitucional, avanza muy lentamente en múltiples contactos y reuniones de representantes del PSOE y del PP y gestos de buena voluntad de ambos para facilitar el acuerdo.

Sobre el Constitucional, los grupos negocian la renovación por el Senado de cuatro magistrados y ahora deberá incluirse también la de Roberto García-Calvo, fallecido ayer. El sustituto debe proponerlo en el Congreso el PP, que ahora tendrá más prisa para llegar al acuerdo global. Antes la renovación le perjudicaba y por eso la frenaba. Para intentar el pacto, los grupos se habían dado una tregua política, con gestos mutuos. Por ejemplo, el portavoz socialista, José Antonio Alonso, accedió a una petición de la popular Soraya Sáenz de Santamaría para aplazar una comparecencia del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, en la Comisión correspondiente del Congreso, según fuentes del PP.

La comparecencia estaba prevista para el pasado día 11 a las 16.30 y se desconvocó en el último momento con la excusa de que el ministro tenía problemas de agenda. En esa cita, que tampoco está fijada para esta semana, Bermejo debía explicar sus propuestas para modernizar la Justicia, pero la portavoz popular alegó que, en plena negociación, no era conveniente visualizar un enfrentamiento del ministro con el portavoz del PP en la Comisión, Ignacio Astarloa.

A cambio, el PSOE consiguió que en la anterior sesión de control del miércoles sólo hubiera una pregunta del PP a Bermejo, y que quien la hiciera no fuera Astarloa, sino el portavoz adjunto de Justicia, Vicente Ferrer, inédito en el hemiciclo. Para el próximo miércoles, significativamente, el PP no tiene prevista ninguna pregunta a Bermejo.

El día 8, Astarloa mantuvo un fuerte enfrentamiento con el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, en la Comisión de Justicia, recuperando el discurso de la anterior legislatura.

Astarloa es el único responsable del PP de los grandes temas de Estado que no ha sido renovado después del 9-M. Ahora participa en las negociaciones con el PSOE, a pesar de que en la anterior legislatura protagonizó todas las conversaciones fallidas con los socialistas. Fuentes del PSOE aseguran que perciben en Sáenz de Santamaría interés por pactar, a pesar de los mínimos avances. Ambos partidos coinciden en la intención de que sean finalmente Zapatero y Rajoy quienes lo firmen en su primera reunión de la legislatura en La Moncloa. La lectura del PSOE es que Rajoy podría ir al congreso del PP de junio con un pacto que le diera fortaleza.

Alonso y Sáenz de Santamaría han celebrado varias reuniones secretas, volverán a verse esta semana y han pactado mantener reserva sobre lo tratado. Por el momento, el avance se ha producido en la rebaja de las exigencias del PP para ese pacto.

Peticiones rebajadas

Así, ha pasado de reclamar que el PSOE renunciara a puntos concretos de su programa, a conformarse con compromisos genéricos. En concreto, el PP empezó pidiendo que el fiscal no asuma la instrucción de sumarios y que no se desdoble el Poder Judicial en los consejos autonómicos incluidos en los Estatutos. Ahora estaría dispuesto a aceptar un compromiso de búsqueda de consenso para las reformas durante la legislatura.

El PSOE mantenía que, en todo caso, debe procederse a la renovación del Consejo previamente, pero por la vía de hechos ha admitido que se incluya en un acuerdo genérico sobre la Justicia, por más inconcreto que sea. Se ha avanzado en algunas medidas que deben abordarse, como la modernización, la ampliación de medios, la creación de una interconexión informática entre juzgados y un banco de datos común.

Por el momento, apenas han entrado en el detalle de la renovación de órganos judiciales. La negociación choca aún con un escollo: el PP insiste en su posición inicial de exigir nueve vocales en el Consejo. Con esa presencia se asegura mayoría de bloqueo para grandes decisiones.