El Racing da ejemplo al Zaragoza

Un equipo perfilado para sobrevivir en Primera y otro tejido para aventuras de altos vuelos invirtieron ayer sus destinos: el Racing y el Zaragoza. El viejo conjunto santanderino, fundado en 1913, ha tenido que esperar 40 temporadas en Primera para alcanzar su Everest particular: la Copa de la UEFA. Un éxito mayúsculo para un club de caja modesta al que la fe y el tesón han encumbrado por encima de sus posibilidades. Para una institución que por fin ha fidelizado un ideario que movilizara a una hinchada tan comatosa durante años. El fenómeno de la cantabrización ha calado con el regreso de futbolistas de la tierruca como Luis Fernández, Colsa y Munitis. Como guiño a esta repatriación, un joven canterano como Iván Bolado marcó ante Osasuna (1-0) el gol más importante en la historia del Racing. Ahora les toca a sus dirigentes metabolizar la gesta sin lunáticos derroches. En el fútbol hay sobradas pruebas de que al gotha de cada cual se puede llegar desde la prudencia. El propio Racing es la última muestra.

El Zaragoza es la contraria. Exigido por su palmarés, el club midió mal su proyecto desde la pretemporada. Se aliñó con cuatro internacionales argentinos (Ayala, Aimar, D'Alessandro y Diego Milito), uno brasileño (Oliveira), un uruguayo (Diogo) y otros cuatro españoles (César, Celades, Juanfran y el recién alistado Sergio García). Un cartel de solistas interesante que nunca cuajó como orquesta, con constantes grescas y desplantes en el camerino. El resto lo puso la directiva, que, lejos de conciliar, desencadenó una sucesión de tormentas tras el despido de Víctor Fernández. Ander Garitano y Javier Irureta tampoco pudieron enderezar el rumbo, lo mismo que Manolo Villanova. Una gestión desastrosa desde los despechos que culminó anoche con su condenatoria derrota en Palma (3-2). Sin paciencia y templanza, ahora sus rectores, con la hinchada deprimida y unas nóminas de Primera, tendrán que remar desde Segunda. Un desastre inesperado.

De nada le sirvió al Mallorca su triunfo, puesto que el Racing le dejó sin la UEFA. No obstante, la temporada del equipo balear ha sido estupenda y Güiza, el pichichi nacional, ha sido el futbolista más revalorizado del campeonato. La victoria mallorquinista alivió a Osasuna, Recreativo y Valladolid, que no hicieron sus deberes, pero a los que el Zaragoza mantuvo en Primera. Una categoría a la que regresa el Numancia, otro modesto, un club que partía en la zona remota de Segunda y que ha sido capaz de imponer un dominio abrumador sobre conjuntos de mayor rango como el Málaga, la Real Sociedad, el Sporting y el Celta, por citar algunos ejemplos. Como el que le ha dado el Racing al Zaragoza. Hay éxitos que no se compran.