Las precipitadas memorias de cherie

Cherie Booth, la esposa del ex primer ministro británico Tony Blair, ha sacado inesperadamente sus memorias, que no se esperaban hasta el próximo mes de octubre. La precipitada publicación ha suscitado numerosas especulaciones de por qué Cherie y sus editores han decidido adelantar la salida. Ellos dicen que el objetivo ha sido ahorrarse malos entendidos con el actual primer ministro, Gordon Brown, y evitar así que la salida del libro en otoño malbarate los habituales repuntes de popularidad que disfrutan los líderes de los dos grandes partidos por la atención mediática que reciben durante la celebración de los congresos políticos en otoño.

Pero los más mal pensados creen que el objetivo es exactamente el contrario: por un lado, ayudar a hundir aún más a Brown, cuya popularidad está por los suelos; por otro, evitar el riesgo de que para octubre ya no estuviera en el poder, lo que habría devaluado un material que se basa sobre todo en el interés que aún genera la pareja Blair-Brown, protagonista de la política británica desde hace 15 años.

El libro de Cherie está lleno de criticismo hacia el que fuera primero el gran aliado y luego el gran rival político de su marido, aunque con numerosas referencias a la gran admiración que Blair sentía por él. Cherie confirma que los dos rivales llegaron a un acuerdo en 1994 por el que Brown renunciaba a optar al liderazgo laborista para dar paso a Blair, y que éste se comprometía a apoyarle como su sucesor y que le dio garantías de que no sería primer ministro para siempre si ganaba las elecciones.

Pero niega que Blair se comprometiera a cederle el puesto al cabo de una legislatura, una disputa que está en el origen de la guerra fratricida entre ambos, y asegura que incluso bromeó sobre ello cuando Tony salía de casa para pactar con Gordon: "Y no se te ocurra volver a casa si te comprometes a que el acuerdo sea sólo para una legislatura. Sería ridículo". Cherie afirma también que el acuerdo se fraguó en casa de su hermana Lindsey, que vivía muy cerca de los Blair, y que la famosa cena del restaurante Granita fue para ultimar los detalles del anuncio a la prensa.

Cherie cuenta aspectos picantes de su relación con Blair. Explica que su hijo Leo fue concebido en el castillo de Balmoral, porque ese fin de semana con la reina los Blair decidieron no llevar consigo su "equipamiento contraceptivo" porque los criados reales suelen desempaquetar el equipaje de los invitados. O cómo se ennoviaron tras un ardiente viaje en el segundo piso, vacío, de un autobús londinense tras una fiesta de Navidad. También dramáticos, como la pérdida de un bebé en 2002 y la decisión política de anunciarlo al público, porque los Blair tenían que haberse ido ese día de vacaciones a Francia y si se suspendía el viaje sin dar explicaciones muchos lo relacionarían con la crisis de Irak, en un momento en el que aún no se había decidido, al menos oficialmente, la invasión.

La fama de Cherie Blair en lalistaWIP