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Reportaje:

Huir de la partitocracia

El Colegio y el Sindicato de Periodistas presentan alegaciones al reglamento de BTV

Àngels Piñol

Tras el encarnizado debate político para elegir a la cúpula de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, le sigue ahora el de Barcelona TV, la televisión municipal de Barcelona. La Ley del Audiovisual de 2005 instaba a los ayuntamientos a elaborar un reglamento para las televisiones locales que ha suscitado un pulso entre los partidos y los sectores del mundo periodístico. Todo el arco político municipal, salvo el PP, que se abstuvo, parece satisfecho con la norma porque cree que democratiza una televisión ahora bajo el designio del alcalde y los concejales.

No lo ven así los periodistas, a quienes se les ponen los pelos de punta cuando al director de BTV se le quiere llamar director-gerente y porque el alcalde pasa el testigo a una partitocracia con despacho propio en la sede de la televisión.

La figura del director-gerente causa malestar entre la profesión
El Consejo de Administración nombra y destituye al jefe de informativos

La norma, que servirá de modelo para el resto de televisiones, está en fase de exposición pública hasta el día 20 de mayo. El Colegio de Periodistas, que pedirá una entrevista con el alcalde Jordi Hereu, presentará mañana alegaciones. El Sindicato de Periodistas no demoniza el reglamento porque reconoce que BTV será la primera televisión local que tendrá una norma no sujeta a la Ley de Régimen Local. Pese a todo, alegará. Y no olvida las malas condiciones laborales (18 trabajadores en plantilla y 140 en productoras). En esa línea, recurre también el comité de empresa de BTV.

El Ayuntamiento ha invitado a las entidades sociales a presentar alegaciones al tiempo que ha encargado un informe al Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC). Le aguarda trabajo porque el sindicato también le ha enviado las alegaciones para que se pronuncie. Los partidos defienden el espíritu de la nueva norma porque hasta ahora el alcalde nombraba al director de BTV, y el Consejo de Administración, presidido por el concejal Jordi William Carnes e integrado por 14 personas más, tres de ellas regidores, tenía un papel secundario. El nuevo reglamento le otorga entidad jurídica y sus miembros, por voluntad de los ponentes, no podrán ser cargos electos. En principio, los partidos propondrán a siete profesionales (dos sugeridos por el PSC, dos por CiU, y uno cada uno por ERC, ICV y el PP). El órgano necesitará dos tercios de los votos para aprobar sus decisiones.

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"No hemos inventado nada. Hemos seguido el modelo de RTVE o de la Corporación" , dice Carles Vivancos, del PSC. "¿Por qué causa rechazo? Nos hemos reunido más de 20 veces para alcanzar el consenso. Hemos creído en el pacto", añade Jaume Ciurana, de CiU. Y Lluís Reales, presentador de Einstein a la platja, en BTV, en nombre de Esquerra, quita hierro a la nomenclatura de director-gerente y recuerda que fue el CAC quien la propuso porque otras televisiones locales señalaron que por su pequeña dimensión no podrían tener un director general.

Fuentes periodísticas advierten que el peor escollo es que el consejo pueda nombrar y destituir al jefe de informativos y programas a propuesta del director. Y advierten de que apenas hay barreras entre el jefe periodístico y el consejo cuando en las televisiones mayores hay más responsables de por medio. Otra cosa: alertan de que el consejo tiene más funciones que el propio director, responsable del contrato-programa por cuatro años (cómo se reparte la inversión, la proporción de contenidos y el límite de productoras). El plan debe aprobarlo el Consejo de Administración y el Pleno tras un informe del CAC.

"La figura del director tiene un perfil funcionarial, con un cariz más de gestión que de control periodístico. Y nos sorprende mucho que el consejo pueda destituir y nombrar al jefe de informativos", indica el colegio. "En la norma, el director no tiene ninguna función sobre los contenidos mientras que el consejo, sí. Será una televisión controlada por los partidos", dijo un periodista. Ramon Espuny, del sindicato, es más flexible con la norma: "Ayuda a restar poder al alcalde y los concejales. Y es positiva la presencia de un consejo asesor ciudadano y de un estatuto profesional".

A los partidos les sorprende que el colegio no haya rechistado sobre la Ley de la Corporación y se haya atrevido con BTV, su hermano menor.

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