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Tentaciones
Reportaje:CINE

Este asesino ya no asusta

AL regresar del baño, aún turbada por la horrible pesadilla que acaba de tener, Donna descubre que su amigo Bobby ha sido brutalmente degollado. El psicópata de turno ya se ha cepillado a toda su pandilla, y ella es la elegida, la última chica que queda en pie. El esquema argumental se sigue repitiendo casi tres décadas después, y el cine de psycho killers, el llamado género slasher, resurge de nuevo a golpe de versiones, revisiones, reinvenciones y demás términos abanderados por los cerebros ejecutivos de Hollywood.

En los últimos tiempos han desfilado por las salas las nuevas versiones de La matanza de Texas, La noche de Halloween, Navidades negras o Cuando llama un extraño. A partir de hoy, también lo hará Una noche para morir, filme al que pertenece la secuencia anteriormente descrita y que, al igual que el resto de reposiciones, ha logrado amortizar con creces su coste tan sólo en su primer fin de semana de exhibición en Estados Unidos.

Los asesinos en serie vuelven a arrasar en taquilla, como sucedió a finales de los setenta y principios de los ochenta, y por eso ya están en producción los remedos de Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, El tren del terror, Muñeco diabólico o San Valentín sangriento. Sin embargo, según ha señalado unánimemente la crítica y una parte del público, un pequeño detalle diferencia la situación actual de la llamada era dorada del slasher: prácticamente ninguna de estas películas logra asustar de verdad al espectador, como en su día hicieron las de antaño. "Estos remakes están más dirigidos a adolescentes que los filmes originales, por lo que se rebajan el terror y la violencia para conseguir una calificación de edad más baja, algo que resulta contrario a la esencia del propio género. El resultado es como un American pie con sustos", argumenta Ángel Sala, director del Festival de Sitges.

La normalización del terror como género, su paso de la serie B al terreno de los productos industrialmente asentados, ha afectado de pleno a los asesinos en serie. Como si los presupuestos, más abultados que antes (de ahí que se exijan mayores rentabilidades), hubieran dejado romos los machetes por los que el público sentía tan insana devoción.

¿Ha perdido Hollywood la capacidad (o el interés) de asustarnos? ¿O es que, simplemente, ya no nos asustan tanto las acampadas en el lago, las niñeras solas y los planos subjetivos desde el fondo del pasillo? "La manera de representar los miedos del público es hoy menos metafórica que antes. Temores muy actuales como son el terrorismo y la desconfianza hacia el extranjero se han reflejado mejor en filmes de terror como Hostel", opina el crítico Jesús Palacios. "Sin embargo, hay elementos que siempre funcionan. Por ejemplo, los escenarios suburbanos siempre nos asustarán, y desde luego, historias reales como la del carcelero de Amstetten ayudan muchísimo", comenta por e-mail Anthony Timpone, editor de la revista Fangoria. De hecho, el miedo hacia la intrusión en los ámbitos en los que el público se siente seguro, caso de los vecindarios suburbanos, parece estar creciendo, como indica Ángel Sala. "Se puede decir que hay una nueva tendencia en la que los asesinos entran dentro del hogar. Esto es patente en filmes como The strangers (filme aún no estrenado en España que ha sido calificado para mayores de edad en Estados Unidos), un título que puede dar mucho que hablar. También explicaría el porqué del remake de Funny games para el mercado estadounidense". "En cualquier caso, para que el cine de terror nos asuste lo básico es un guión sólido y unos personajes tridimensionales. Si sentimos algo por ellos, su sufrimiento siempre nos lo hará pasar peor", certifica Anthony Timpone.

Es en los márgenes de la industria (de donde en su día surgieron Navidades negras, de Bob Clark, el Halloween de Carpenter o el Viernes 13 de Sean S. Cunningham) donde el slasher parece gozar de mejor salud gracias a películas como las estadounidenses Hatchet y Behind the mask: the rise of Leslie Vernon, o las francesas A l'interieur y Ellos, la única estrenada en España. "Ahora mismo se están haciendo magníficas reinterpretaciones del género en Europa, con un toque más realista y rozando el concepto de cine de autor", sostiene Palacios. "Poquito a poco, estos títulos están haciendo mucho ruido en circuitos alternativos, como los festivales, y podrían llegar a sentar un precedente", comenta Sala.

¿Volverá entonces el miedo a las multisalas? "Está claro que no va a ser un remake el que le devuelva el esplendor al slasher. Aunque hay directores que han participado en ellos, como Rob Zombie o Marcus Nispel (que dirigió el remedo de La matanza de Texas, y hará lo propio con Viernes 13), que hacen cine de terror inteligente y que están entre los pocos capaces de sorprendernos", argumenta el director del Festival de Sitges. Timpone, por su parte, cree posible que aún pueda surgir un nuevo icono del asesinato en serie gracias al estreno de 25/8, la nueva película de Wes Craven, el hombre que ya revivió el género en dos ocasiones. Primero, con la sofisticada Pesadilla en Elm Street, y después, con el brillante ejercicio metalingüístico que constituye Scream. "Es el único que ha sido capaz de cambiar el slasher dos veces y en décadas distintas. Me gustaría pensar que 25/8 será su gran contribución del siglo XXI, aunque creo que cada vez es más difícil contentar al público", argumenta Palacios.

En todo caso, si ninguno de ellos logra volver a aterrorizarnos, Hollywood siempre puede tomar en consideración lo que sostiene John Dunning (productor de la mítica Cumpleaños mortal) en el documental Going to pieces: rise and fall of the slasher film: "En el futuro, no sé... tal vez habrá que empezar a matar al público".

Una noche para morir se estrena hoy en cines de toda España. www.sonypictures.es

Suelta ese cuchillo, que te vas a hacer daño. Fotograma de 'Una noche para morir', tan apasionante y original como su título indica.
Suelta ese cuchillo, que te vas a hacer daño. Fotograma de 'Una noche para morir', tan apasionante y original como su título indica.

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