El vuelco del 'caso Camas' deja en el aire la acusación contra los concejales

Del cruce de llamadas que mantuvieron los imputados en el caso Camas los días 12 y 13 de septiembre de 2005 salieron algunas de las pruebas más sólidas de las que se sirvieron el fiscal, el PSOE y los denunciantes -los ex ediles de IU Francisco Gordo y Carmen Lobo- para formular las acusaciones.

El teléfono de Eusebio Gaviño, el empresario sospechoso de liderar el intento de soborno a Lobo, echaba humo antes y después del pleno municipal del 13 de septiembre, en el que la aprobación de dos planes urbanísticos estaba en manos de la edil.

Gaviño habló varias veces con el alcalde, Agustín Pavón (IU) y los concejales Antonio Enrique Fraile (PP) y José del Castillo (adscrito al PA) y Aureliano Lucas (edil del PP en Castilleja del Guzmán). Los pinchazos, además, precipitaron las detenciones cuando varios de los ahora imputados hablaron de vengarse de la edil Lobo, según reconoció luego la policía. El auto de la Audiencia de Sevilla que declara nulas estas conversaciones deja en el aire las acusaciones, sobre todo las dirigidas contra los cuatro políticos.

Fuentes de la fiscalía reconocieron que se ha caído una prueba importante, "pero no trascendental". En su opinión, hay otras pruebas que siguen siendo válidas y que bastan para mantener las acusaciones. El fiscal estudiará ahora las diligencias que se pueden ver afectadas por la nulidad de los pinchazos. Estas fuentes no descartaron que de este análisis se derive el sobreseimiento de alguna acusación.

Dos fuentes del caso coincidieron en que al imputado que más favorece el auto de la Audiencia es a Aureliano Lucas. Él fue, según contó Gordo a la policía, quien le llamó para ponerle en contacto con Gaviño, pero más allá de esta declaración, el nombre de Lucas sólo aparece en las conversaciones telefónicas. Con las escuchas fuera de juego, la acusación contra Lucas se desinfla. "Es casi imposible que la mantengan", opina una de las partes

El abogado de Pavón, José María Calero, cree que la nulidad de los pinchazos es "fundamental". "Si antes las pruebas eran muy escasas, ya no hay pruebas para formular la acusación contra Pavón", asegura el letrado. Calero recuerda también que un auto judicial reciente sostiene la imputación al ex alcalde en tres pilares: las reuniones entre los acusados y los denunciantes, las conversaciones con Gaviño antes del pleno; y las mantenidas después. "Dos de las tres causas quedan anuladas", dice el letrado.

Las acusaciones contra Pavón y los otros tres ediles se mantienen ahora por las declaraciones y la grabación aportada por Gordo sobre la reunión en la que los políticos, el empresario y él concretaron el supuesto soborno. Pero en esa cita, los concejales se cuidaron de hablar de dinero y Gaviño se adjudica toda la responsabilidad: "Nosotros vamos a llevar el control con los empresarios y ellos nos van a apoyar en todo" le dice a Gordo. La defensa de Pavón, no obstante, tiene pedida la nulidad de esa grabación.

El abogado del empresario, José Manuel García Quílez, coincide en que "la parte política del caso", las acusaciones contra los ediles, pierde casi todo el peso sin las escuchas, aunque reconoce que contra su defendido sigue habiendo pruebas (la policía presenció cómo entregaba 12.000 euros a la edil Lobo). Otra fuente del caso también confía en que el auto de la Audiencia desemboque en un carpetazo rápido para evitar que el caso se eternice: Gaviño como único acusado y un acuerdo con las partes que le ahorre el juicio. García Quílez, no obstante, no se muestra, por ahora, partidario de este final. "Tengo argumentos para defender la inocencia de Gaviño", asegura.