Fabra se desmarca de Camps en medio de la crisis precongresual del PP
En la dirección regional del PP ya sabían que el presidente provincial del partido en Castellón, Carlos Fabra, se representa a sí mismo. Lo que no sabían es que Fabra aprovecharía la fractura abierta por la dirigente del País Vasco María San Gil -que ha decidido abandonar la ponencia política del congreso de Valencia- para desmarcarse del presidente de la Generalitat y del PP regional, Francisco Camps, que apuesta por la continuidad de Mariano Rajoy.
"Yo soy de Fabra y haré lo que crea que debo hacer en beneficio de mi partido y de mi provincia", aseguró ayer Carlos Fabra, que controla la práctica totalidad de los 46 compromisarios de Castellón que acudirán al congreso que tendrá lugar entre el 20 y el 22 de junio en Valencia. El aviso de Fabra tiene lugar un mes después de que en un acto celebrado en Onda junto a Francisco Camps dijese: "Lo mejor que se puede hacer por el partido es avalar la candidatura de Mariano Rajoy". En esa fecha todavía no habían martilleado a Rajoy ni Eduardo Zaplana, ni Ángel Acebes, ni Jaime Mayor, ni María San Gil.
"El PP está en continuo periodo de reflexión", dice Ricardo Costa
Carlos Fabra, además, ha tenido cuidado en no criticar a la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, que durante semanas ha especulado con la posibilidad de presentar una candidatura alternativa a la de Mariano Rajoy. Aguirre tiene en el Gobierno regional de Madrid a Juan José Güemes, marido de Andrea Fabra, hija del presidente del PP castellonense.
El desmarque de Carlos Fabra se produce, además, solo un día después de que el diputado por Castellón y ex ministro Juan Costa saliese en defensa de María San Gil al manifestar: "No se puede entender el discurso del PP sin San Gil".
Ayer, Carlos Fabra, interpelado por la decisión de San Gil, espetó: "Me parece muy bien que cada uno tome la decisión que quiera". Y respecto a los compromisarios que acudirán al congreso nacional del PP, Fabra añadió: "Cada uno debe hacer lo que crea conveniente, dentro de lo que es estatutariamente el partido".
En este clima de crisis interna, que pocos se atreven ya a negar, el secretario regional del PP, el castellonense Ricardo Costa, aseguró que "es símbolo de normalidad en un partido político que la gente opine". Preguntado sobre las apelaciones a Rajoy para que reflexione sobre la salida de San Gil de la conferencia política, Costa afirmó: "El PP está en continuo periodo de reflexión; si no no seríamos el principal partido de la oposición ni estaríamos haciendo propuestas todos los días".
En la polémica también terció la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que el pasado sábado pidió al PP de toda España que apoyase a Rajoy. Barberá insistió en que la ponencia política "asume todos los planteamientos hechos" por San Gil. Barberá reclamó "que no se gaste ni un segundo más, ni un gramo de saliva, en introducir ningún factor que no sea de esperanza, futuro y encuentro en el seno del PP".
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