Touriño rechaza la 'provincialización' del PSdeG ante la ejecutiva del partido

El presidente de la Xunta y secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, se opone a la reconstrucción de la estructura provincial del partido impulsada por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco. Touriño dejó clara su posición en la reunión de la ejecutiva celebrada el pasado sábado, en la que zanjó la cuestión afirmando que no ve razón alguna para sustituir el modelo comarcal actual. "Si ha funcionado", aseguró, "no sé por qué hay que cambiarlo por uno provincial. Y no tengo más que decir", concluyó ante los miembros de la dirección del PSdeG.

Esta tesis, sin embargo, le enfrenta a la línea oficial del partido en Madrid. La ponencia marco que servirá de base a los debates del 37º Congreso Federal del PSOE, aprobada ayer, ordena la creación de "estructuras provinciales en todos aquellos territorios donde no existen en la actualidad", entre los que se encuentran las cuatro provincias gallegas.

La idea es favorecer una relación directa entre los órganos de gobierno del partido y las circunscripciones electorales y, aunque no obliga a eliminar los órganos comarcales, somete su funcionamiento a las directrices de las ejecutivas provinciales.

La oposición de Touriño a este modelo tiene que ver, según fuentes del partido, con la posibilidad de que las direcciones provinciales puedan convertirse en instrumentos al servicio de los barones, dirigentes con gran influencia en ámbitos territoriales concretos. Las baronías prácticamente desaparecieron durante el hundimiento electoral del partido en la segunda mitad de los noventa, pero durante muchos años fueron consideradas el principal factor de debilidad del PSdeG a escala gallega.

En estos momentos sólo el PSdeG y el Partit Socialista del País Valencià (PSPV) carecen de estructura provincial y los partidarios de este modelo advierten que los socialistas gallegos no pueden permitirse el lujo de planificar los próximos años sin reforzar el partido. La entrada en el Gobierno de la Xunta, en coalición con el BNG, y la conquista de la mayoría de las alcaldías urbanas no ha ido acompañada por un reforzamiento del PSdeG que un sector importante del partido considera imprescindible para consolidar el avance electoral de los últimos años.

Muchos dirigentes creen que el riesgo de resurrección de las baronías es mínimo. Uno de ellos señala además que la existencia o no de una estructura provincial no impide que personalidades del partido como el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, o el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, ejerzan como la referencia fundamental del socialismo gallego en las provincias de Lugo y Ourense, respectivamente.

No se puede gobernar "de espaldas al partido", asegura un miembro del comité nacional muy crítico con los altos cargos que aconsejan el día a día del presidente de la Xunta.

De ese debate, del que participan buena parte de los dirigentes socialistas, ya forma parte desde este fin de semana la propuesta de Touriño de dar entrada en la ejecutiva a la conselleira de Política Territorial, María José Caride. La responsable de obras públicas de la Xunta goza de toda la confianza del presidente, pero no suscita el entusiasmo de una parte muy significativa de los dirigentes del PSdeG, que en los últimos años ha echado en falta una implicación mayor de Caride con las tareas de partido.

En este contexto, y a sólo dos meses de una renovación del partido que anticipará el debate de elaboración de las candidaturas electorales, ya se ha empezado a escuchar algunas voces críticas con los debates abiertos.

Tal es el caso del portavoz parlamentario, Ismael Rego, de la presidenta del Parlamento, la viguesa Dolores Villarino, y del diputado orensano Pablo López Vidal, que el sábado tomaron la palabra en la ejecutiva para lamentar supuestas filtraciones a la prensa o el hecho de no haber sido tenidos en cuenta a la hora de elaborar las propuestas que se debatirán en el congreso gallego. Nadie de la dirección tomó la palabra para responderles.