Alborch tacha el futuro plan general de Valencia de "retrógrado"

"No está a la altura de lo que Valencia se merece". El proyecto del Ayuntamiento de Valencia para renovar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es para Carmen Alborch, la portavoz del Grupo Socialista en el Consistorio, "retrógrado", una "ocasión perdida para diseñar una ciudad más asequible, más sostenible y más moderna". Los socialistas lanzaron ayer sus primeras críticas tras analizar con profundidad el proyecto del plan general diseñado por la alcaldesa Rita Barberá. Para más adelante prometen hacer sus propias propuestas urbanísticas, que saldrán de un simposio en el que reunirán para finales de mes a numerosos expertos.

"El plan carece de rigor, ambición, participación y modernidad"

Barberá destaca los "34.000 metros de uso ciudadano" que gana en Tabacalera

De momento, los primeros análisis del PSPV concluyen en que "ha sido una ocasión perdida para diseñar una ciudad más habitable, más sostenible y más moderna". Y Alborch lo argumentó en que "para que una ciudad sea moderna tiene que tener calidad en los servicios públicos y por lo tanto hay que invertir en talento". Según la portavoz socialista, el proyecto de PGOU de la popular Barberá "es agresivo con la huerta y el medio ambiente" ya que "sacrifica" otros cuatro millones de metros cuadrados de huerta. Y eso, aseguró, que la propia evaluación de impacto ambiental del Consell, institución también en manos del PP, es "absolutamente desfavorable" a la reclasificación de la huerta. Y añadió: "El impacto que se prevé es, en todos los casos, negativo, directo, permanente, irreversible, acumulativo y a largo plazo".

Alborch también criticó la política de vivienda del plan, que prevé 11 nuevos sectores urbanizables, en una ciudad con un stock de 125.000 viviendas sin habitar. Y se queja de que Barberá en ningún momento se plantea la "función metropolitana" de la ciudad, ni en el tema de infraestructuras, ni en medio ambiente ni en transporte. Igualmente, cuestiona que no se tengan en cuenta las posibilidades económicas de la ciudad, sus yacimientos de empleo. "Es un plan que nace anticuado", explicó la portavoz, para concluir: "Carece de rigor, ambición, participación y modernidad".

El edil socialista Vicente González Móstoles cuestionó por su parte que el nuevo plan general no haga balance del anterior PGOU, el de 1988. Él hizo el suyo: "La ejecución del planeamiento dotacional no es superior al 30%". Y dio algunos apuntes, como que hay 458 parcelas de uso dotacional que han quedado sin ejecutar. O que entre ellas hay 221 jardines diseñados en aquel plan y que suman un millón de metros cuadrados que los ciudadanos no pueden disfrutar. O que hay 92 parcelas destinadas a uso escolar que no se han desarrollado. También aseguró que en materia de transportes el plan recupera infraestructuras caducas diseñadas en el plan de 1966, como el eje norte-sur del frente litoral.

Mientras, Barberá visitó las obras de rehabilitación del edificio histórico de Tabacalera y se mostró satisfecha de recuperar "34.000 metros de uso ciudadano". Los socialistas contraatacaron al afirmar que la alcaldesa no se hizo la foto con los escombros de las naves del complejo histórico que se han destruido.