La élite del tenis tacha de "dictador y manipulador" a su presidente
Los jugadores españoles atacan a Pedro Muñoz por la elección de la sede de la Copa Davis
Los ocho jugadores que forman la selección española de tenis, encabezados por Rafael Nadal y Emilio Sánchez Vicario, su capitán, firmaron ayer una dura carta contra Pedro Muñoz, presidente de la Federación, recriminándole su supuesto apoyo a la candidatura de Madrid como sede de la semifinal de la Copa Davis que enfrentará a España con Estados Unidos (19 al 21 de septiembre). Muñoz, escribieron los tenistas, ejerce su presidencia con "formas dictatoriales, caprichosas y manipuladoras". Seis de los ocho tenistas (Nadal, David Ferrer, Carlos Moyà, Nicolás Almagro, Juan Carlos Ferrero, y Feliciano López) arroparon a Sánchez Vicario en la lectura del texto ante las cámaras de TVE. Tommy Robredo y Fernando Verdasco, que como sus compañeros están disputando el torneo masters de Roma, no estuvieron presentes. "Hemos sido", dice la carta, "una vez más engañados al no haberse cumplido la promesa de defender y aprobar las condiciones preestablecidas por nosotros para no dar ninguna ventaja a nuestro rival".
Los jugadores creen que Muñoz ya ha decidido que Madrid acoja las semifinales
El presidente asegura que ha habido intentos de veto entre los propios tenistas
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Madrid compite con tres ciudades situadas a nivel del mar (Benidorm, Gijón y Tenerife) por la organización de la eliminatoria. Y la capital, dicen los tenistas, beneficia con sus 650 metros de altura a los sacadores estadounidenses (Andy Roddick y James Blake), ya que la bola corre más rápido y bota más alto. A su favor, sin embargo, juega el pliego de condiciones que deben cumplir las candidatas: ofrece el aforo más grande (24.000 espectadores en la plaza de toros de Las Ventas) y es la que más dinero paga a la Federación (1,3 millones de euros), que lleva cuatro eliminatorias jugando fuera de España y sin percibir ingresos por la Davis. La Comunidad de Madrid, además, invierte nueve millones en patrocinar la competición y acompaña con un puesto de promoción a la selección en todos sus desplazamientos. La Federación elegirá mañana la sede de la semifinal.
"Yo no voy a valorar esa carta", explicó Muñoz a este periódico. "Que la valore la sociedad. Todo el historial [de sus negociaciones con los jugadores] lo estoy depositando ante notario. Todo lo que ha venido sucediendo desde el nombramiento de Emilio
lo vengo guardando mientras trabajo 12 o 14 horas al día", continuó. "Se me han pedido todo tipo de condiciones. Ha habido hasta vetos, 'si quieres que yo juegue, éste no puede ir a los Juegos Olímpicos'. Y con todo eso me están haciendo ahora mismo un expediente que voy a llevar al Comité de Disciplina Deportiva". ¿Hay cartas y grabaciones en ese expediente? "Hay de todo. Detrás de esto hay dos multinacionales de mánagers. Yo doy mi vida por el tenis, pero todo esto está dirigido desde el día en el que llegué. Es un ataque a la democracia, porque yo he sido elegido con una votación. No quiero echar más leña al fuego. En este asunto, me he callado. Yo no negocio, no hago cosas con los profesionales, para que saquen una nota así. El miércoles les pedí disculpas y sacan esto. Sé cómo se ha fraguado todo".
Muñoz envió a Sánchez Vicario a Roma con la misión de leerles a los jugadores una carta suya. En ella, el presidente les pedía a los tenistas que le liberaran de una promesa: elegir la sede de la eliminatoria en función de su criterio técnico. Ése acuerdo fue alcanzado en abril en Bremen, segundos después de que Alemania fuera eliminada por España. En la rueda de prensa posterior al triunfo, los tenistas ya explicitaron su deseo de jugar al nivel del mar, aunque no se negaron a hacerlo en Madrid. La capital no acoge la Davis desde 1994 y fue apasionadamente defendida por Muñoz en 2004, cuando era presidente de la madrileña y se debatía cuál sería la sede de la final de la competición, que se ganó en Sevilla.
Los tenistas, además, anunciaron que se niegan a participar en ningún acto promocional de la Federación mientras Muñoz sea presidente. La Federación estudiaba ayer si su decisión choca con el contrato que firmaron para formar parte de la selección española.
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