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TIEMPO MUERTO | NBA
Columna
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No quiero pensar en los Juegos

Se acabó lo que se daba. Estoy hablando de los Raptors, claro. Sin haber sido mala, no en vano hemos estado en los playoffs, esta temporada ha dejado en nosotros un sabor más amargo que la pasada. Contábamos con un equipo con más experiencia y en el tercer partido contra Orlando dimos la medida de lo que podíamos conseguir. Pero en el cuarto, inexplicablemente, nos vinimos abajo.

Una vez concluida la temporada, cada jugador mantiene una reunión con el general manager, Bryan Colangelo, y con el entrenador, Sam Mitchell. Se trata de hacer un somero balance del año a nivel individual y, al mismo tiempo, de despedirse. Conmigo hablaron muy poco porque, por desgracia, apenas he podido participar en lo deportivo. Al estar lesionado, tampoco me han dicho gran cosa con vistas al año que viene. La reunión suele durar media hora, pero en mi caso duró seis minutos. La situación no es cómoda por todo lo que ha ocurrido desde que me lesioné, pero en lo personal mantengo una relación muy buena con Colangelo y Mitchell. Me comentaron que me habían echado en falta durante la temporada. En fin, palabras que siempre son de agradecer y que van bien para mantener la moral, cosa que, por otra parte, no he perdido pese a llevar tanto tiempo lesionado.

Baloncesto en Pekín 2008

Hasta ahora, mi recuperación giraba en torno al equipo. Seguía los mismos horarios, los mismos desplazamientos, acudía a los entrenamientos y a los partidos y trabajaba por mi cuenta, pero junto al grupo. A partir de ahora, empezaré a alternar periodos de recuperación en España y en Toronto, donde los médicos deben observar cómo evoluciona mi lesión. Viajaré en función de la periodicidad de las pruebas, cada tres semanas o cada mes. Dependerá también de la intensidad de los ejercicios de rehabilitación. Tengo la suerte de que los médicos que me tratan mantienen una relación muy fluida: el doctor Mark Myerson, de Baltimore; el doctor Domingo Delgado, de Madrid, y el doctor Paul Marks, de los Raptors.

Mucha gente está hablando sobre si podré competir en los Juegos Olímpicos. A mí, en la reunión con Colangelo y Mitchell, no se me dijo ni una palabra al respecto. Ahora mismo no es algo que tenga en mente. No es fácil. Tengo que hacer esfuerzos para abstraerme del asunto porque todos los días me preguntan al respecto. Prefiero no decir nada. Me centro en trabajar al máximo y de la manera más adecuada en mi recuperación. Ya me lo plantearé. Mejor dicho, ojalá llegue el momento en que pueda planteármelo. Respeto mucho a mi club y a la federación española.

Continúo el plan que han trazado los preparadores físicos. El año pasado, una vez que recibí el alta médica, establecimos que debía llegar a la concentración a un 80% de mis posibilidades físicas para adquirir el 20% restante antes de la competición. Pero la lesión que sufro es complicada en el sentido de que nada es matemático. Yo me encuentro bien y cada día que pasa soy capaz de hacer más cosas: ejercicios de bote, de manejo de balón, ejercicios con conos y mucho tiro. Algunos días estoy tirando un total de tres horas.

Como a todos mis compañeros en la selección, nos ha sorprendido que Pepu Hernández haya anunciado que no continuará en el cargo tras los Juegos Olímpicos. Es una lástima porque lleva dos años en un equipo de los más exitosos de la historia en el baloncesto español y posiblemente en cualquier otro deporte. Pero su decisión es muy respetable, como la de cualquier profesional y más si cabe en un entrenador de su valía. Espero que en Pekín se pueda despedir de la selección con el éxito que se merece. Se habla mucho del final de un ciclo, pero me parece que, si tienes una filosofía de trabajo y un poco de suerte, los resultados siguen llegando. Es cierto que han coincidido en la selección muchos jugadores con mucho talento y que hemos llegado a cotas impensables. Pero lo importante es estar ahí y las selecciones en categorías inferiores están demostrando un nivel extraordinario.

Un apunte sobre los playoffs. Me encanta la eliminatoria entre los Lakers de Pau y Utah. Williams me parece uno de los mejores bases de la competición junto a Chris Paul. El quinteto inicial de Utah asusta. Es un equipo muy duro, muy rocoso, como cualquiera de los que dirige Jerry Sloan. Me atrevo a vaticinar que ganarán los Lakers, pero tendrán que sufrir muchísimo.

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