La Fira del Llibre cierra sus puertas con más de medio millón de visitantes
Las estadísticas dicen que el índice de lectura en la Comunidad Valenciana ha bajado. Pero, vista la extraordinaria afluencia que registró ayer la Fira del Llibre de Valencia, no lo parece. Niños, padres, jóvenes y mayores transitaban con dificultad por el tradicional paseo Antonio Machado de los Jardines de Viveros el último día, y apuraban sus compras en las 83 casetas que han participado este año en la 39ª edición de la feria.
La Fira del Llibre cerró sus puertas con un balance positivo: más de medio millón de personas han visitado sus instalaciones desde su inauguración el 24 de abril pasado y han gastado 900.000 euros en libros, una cifra que supone un 10% más que el año anterior.
Mas no son las ventas el único objetivo de la Fira. Un total de 125 novedades editoriales se han presentado en un certamen que combina lecturas poéticas, conferencias, talleres y mesas redondas a lo largo de 11 días. El homenaje póstumo a Ángel González y la presentación de la editorial valenciana Azotes Caligráficos, con la presencia del escritor maldito Leopoldo María Panero, fueron los actos más concurridos por los lectores. En cuanto a escritores, la valenciana Laura Gallego -cuya firma de libros provocó largas colas- y el catalán Eduardo Mendoza -cuya novela Las desventuras de Pomponio Flato se erigió en el libro más vendido de la esta edición- compartieron el honor de ser los autores más solicitados.
Los libros en valenciano más vendidos han sido, por este orden, L'home manuscrit, de Manuel Baixauli; Només socis, de Ferran Torrent, y El meu germà Pol, de Isabel-Clara Simó.
