Manuel Díaz, fundador de la empresa Navidul

Torrijos (Toledo) vio nacer el 18 de junio de 1923 a Manuel Díaz Ruiz y ayer lo despidió, después de que muriera el sábado 26 de abril en Toledo. Este hombre hecho a sí mismo con ayuda de su esposa, Lourdes del Río, fundó la empresa Navidul en 1976, la primera en vender el jamón serrano en EE UU, donde los productos de cerdos españoles estuvieron prohibidos hasta 1996 por la peste porcina. Antes de llegar a eso, Díaz había trabajado desde los 11 años.

Siempre estuvo orgulloso de haber sido un niño trabajador, como contó en una entrevista en este periódico en 1993: "Los tiempos no eran fáciles para una familia humilde, y mi padre, cuando yo tenía 11 años, decidió que debía comenzar a trabajar y me envió como ayudante de matarife a un matadero de Sonseca", dijo este quinto hijo de cinco hermanos, ya retirado de la gestión tras sufrir en 1991 un derrame cerebral.

Poco después de la Guerra Civil trabajó en una fundición, labor que alternaba con su tiempo en el matadero de su pueblo, donde le contrataron para matar cerdos -"el sacrificio del animal y, al día siguiente, descuartizarlo, se pagaba todo a siete pesetas [0,042 euros]"-, y ayudando en la pequeña carnicería de sus padres.

Más tarde se convirtió en Manolo el salchichero, como todavía ayer le recordaban en su pueblo, informa Efe. Aprovechó la tienda de sus padres para vender elaborados de cerdo, especialmente salchichas. En 1950 fue cuando él y su esposa montaron el negocio germen de Navidul, con 2.000 pesetas (12 euros). "Era un cuadrito de cuatro por cuatro", describía Lourdes del Río medio siglo después para EL PAÍS, con "algunos choricitos colgados, salchichas y un poco de tocino". El jamón se vendía menos, y sólo por gramos. "Muy pocos podían pagarlo".

Allí, Manolo y Rocío -cuyos padres, dueños de una tienda de carnes, se habían opuesto a la boda-, empezaron a matar y vender cerdos. De uno por semana pasaron a más, hasta que cogieron el primer empleado, "el tío Antonio, en cuyo recuerdo se nombró una marca de jamón".

En 1958, Díaz pone en marcha la primera de sus fábricas con un crédito de un millón de pesetas (6.010 euros). Allí empieza a fabricar jamón. Más tarde, en 1973, se centra sólo en el jamón, y en 1976, con un capital de 8,1 millones de pesetas (49.000 euros) y aportaciones de la familia y 13 trabajadores -"tuvo que pedir cada uno 500.000 pesetas" (3.000 euros), recordó Díaz-, monta Navidul, nombre que viene de Na, de natural, vi, de viejo y dul, de dulce.

Tras su retiro, se ocupó de la empresa su yerno, Luis Serrano. Con él, la compañía se unió a Revilla, y actualmente forma parte del grupo Campofrío.