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Reportaje:

"Nunca fui primera dama y nunca lo seré"

Veronica Lario evita vivir la política junto a Berlusconi

Pasar un día con su nieto Alessandro o ir al cine con su hijo Luigi. Éstas son algunas de las actividades cotidianas de Veronica Lario, la esposa de Silvio Berlusconi. "Nunca fui primera dama y nunca lo seré", dice Lario en una larga entrevista en La Stampa.

"Italia no es como Estados Unidos", afirma la esposa de Il Cavaliere. "Allí asistimos a escenas escalofriantes como la del gobernador de Nueva York que se presenta en televisión con su mujer al lado para confesar el adulterio, como si ella fuese garantía de su arrepentimiento". Y añade: "Italia no es tampoco como Francia, con Sarkozy que se casa con Carla Bruni, ni como Rusia, con el romance de Putin y la gimnasta". Veronica Lario lamenta que "la política haya roto los esquemas de la familia tradicional".

La ex actriz y mujer de Berlusconi sostiene: "La mujer del primer ministro [en este momento electo] debe quedarse en la sombra. Para mí, las verdaderas representantes del país son las mujeres que trabajan en los partidos". Además, denuncia el clima político caracterizado por chistes y bromas machistas. Sin embargo, no ha querido opinar sobre su marido, autor de comentarios sexistas durante la reciente campaña electoral, tales como "nuestras mujeres son más guapas que las de izquierda", o "Zapatero tendrá problemas para gobernar con tanta ministra".

En la entrevista en La Stampa, Veronica Lario también habla de política, pero de una manera ambigua. Nadie sabe exactamente qué es lo que piensa. Los últimos rumores le atribuían valores cercanos a la izquierda, hasta el punto de que Walter Veltroni, líder del Partido Democrático y el máximo contendiente de su marido, le había propuesto presentarse en su lista. Sin embargo, ahora parece manifestar una gran simpatía con el partido separatista y xenófobo Liga Norte, aliado de Berlusconi en el futuro Gobierno. "Soy la liguista de la familia", afirma, "aunque no he votado a la Liga Norte".

Este partido, que quiere separar la Italia del norte de la del sur (que considera "parásita"), expresa, según Lario, "las exigencias concretas de la parte de Italia más productiva que está cansada de arrastrar el país".

Veronica Lario y Silvio Berlusconi, en Roma.
Veronica Lario y Silvio Berlusconi, en Roma.ASSOCIATED PRESS

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