Riazor, apeadero hacia Old Trafford

El Barcelona comparece en Riazor, parada obligada camino de Old Trafford, y, aunque le envida disputar la segunda plaza de la Liga al Villarreal, Frank Rijkaard ya no ignora la realidad: ayer se guardó a Eto'o, Messi y Xavi. Además, están sancionados Milito e Iniesta, que tampoco jugarán, pues, frente al Deportivo. "Lo más importante es el próximo partido", aseguró Rijkaard, que visitará al campo del mejor equipo en la segunda vuelta atendiendo a la estadística, con lo que le queda.

Rijkaard necesita goles en A Coruña y Manchester y lo reconoce: "Es algo extraño que no seamos capaces de marcar goles porque es una de las fuerzas de este equipo". Asimismo, justificó la apuesta por la prevención: "Messi no está para jugar 90 minutos. Ha sufrido dos lesiones graves y eso le puede afectar mucho. Hay que proteger, vigilar y observar a Messi. No hablo sólo como entrenador del Barça, sino también como un aficionado al fútbol. Quiero ver a Leo muchos años en los campos".

Explicar su decisión sobre la ausencia de Xavi no le fue difícil. Es quien más partidos ha disputado este curso. "Hemos pedido a los jugadores que avisen y si Xavi levanta la mano debemos protegerle", alegó Rijkaard, que destacó: "Con él siempre cuentas". Lo mismo sucede con Eto'o: "Hay jugadores que necesitan un descanso".

No parece el caso de Ezquerro, al que le queda un mes. "No puedo sentirme satisfecho, pero siempre he estado. En ese sentido, tengo la conciencia tranquila", asegura el delantero que menos minutos ha disputado en la Liga. "Si miras los números, no puedo estar contento", razona. Tampoco tiene claro que, llegada esta encrucijada, vaya a jugar esta tarde: "¿Usted cree?", pregunta incrédulo. Henry, Bojan y Giovani se perfilan como titulares en el estadio coruñés.

"No dejé de jugar por la lesión. No jugaba porque el entrenador no quería. Llegado a un punto, ya que no podía ayudar al equipo, decidí parar y curarme". Nadie echó de menos a Ezquerro, al que el Barça olvidará pronto como protagonista en el césped, pero recordará como persona. "No me consuela. Vine a jugar al fútbol, no a hacer amigos", insiste Ezquerro, que no culpa a nadie. "Las circunstancias son así. No tengo nada que reprochar. He jugado en el Barcelona menos de lo que hubiera querido, pero lo he intentado", dice mientras asume que, cuando acabe contrato, deberá buscarse la vida.

Rijkaard instó a pensar en Riazor pese a la inmediatez del viaje a Manchester, pero ignoró que las ausencias sean un problema. "Con ellos [los convocados] también se puede ganar", dijo. El Barça no gana un partido fuera desde que visitó al Zaragoza, a finales de febrero. Desde entonces ha empatado con el Almería y el Huelva y perdido ante el Atlético y el Betis.