"No sé cómo salí de ésta"

A Rubén Ramírez-Hidalgo, mochilero del tenis, sólo le quedó reírse cuando entró en los vestuarios y se encontró las caras compungidas de los tenistas españoles. "Lo tenía casi...", les dijo. El casi, sin embargo, fue mucho. El español, número 137 del mundo, estuvo dos veces a dos puntos de eliminar a Roger Federer del Masters de Montecarlo. Llegó a ir mandando por 5-1 en la manga definitiva, arropado por el torrente de fallos no forzados del suizo (55). Perdió, y sólo le quedó esa sonrisa perenne cuando amagaba con romper la hoja de estadísticas. Sonrisa ante la avalancha de mensajes en su móvil. Y ante los periodistas: son 30 años; ni un partido ATP ganado este año; la previa como puerta para jugar en Montecarlo; un viaje sin entrenador; y ayer, la central de un templo de la tierra batida y la derrota (6-1, 3-6, 7-6).

Rafa Nadal tuvo un fácil debut y ganó por 6-0 y 6-3 al croata Mario Ancic

"Estoy un poco triste", reconoció. "Me puse nervioso: había mucha gente, era la central y sabía que me quedaba un juego y que iba a ser muy duro. Saqué con 30-15 y fallé una derecha fácil. Ahí estaba el partido. Todos estaban un poco tristes en el vestuario. Él estaba cometiendo demasiados errores, no era normal. Estaba casi perdido. Me fui un poco atrás y le dejé entrar en el partido. Ahí perdí".

Su derrota dejó una pregunta en el aire. ¿Qué le pasa a Federer? "Llevo seis partidos en tierra batida y seis victorias", contestó el suizo, vencedor la semana pasada en Estoril. Allí, entre el viento y la lluvia, se dejó dos sets y cinco servicios ante cuatro desconocidos. En Montecarlo ya se ha llevado un susto. "¿Hubiera perdido ante un rival más consistente?", le preguntaron. "La pregunta es irrelevante", contestó. "Primero, ése otro jugador me tendría que ir ganando 5-1 en el tercer set. Hay que darle crédito a Ramírez por ello. No sé cómo salí de ésta. Me sentí lento. Él jugó tan mal el primer set que casi me engañó. De repente, dejó de fallar. Empecé a pasarlo mal. No me gustó mi juego. Estuve cerca de marcharme".

"Miren a Roger hoy", resumió Rafael Nadal tras vencer al croata Mario Ancic (6-0 y 6-3); "ha tenido una buena batalla. El año pasado, que sólo había dos jugadores en el circuito. Éste, que son tres. Venga ya. Hay muchos buenos jugadores...", cerró el español. Nadal se enfrenta hoy en la siguiente ronda a Ferrero.

Federer, pese a sus problemas, sigue envuelto en el estrellato. Le persiguen los cazafirmas. Y le agasajan con premios los compañeros, ayer el de mejor jugador de 2007. Su rival hoy, Gael Monfils, destacó la fortaleza mental del suizo.

Sólo un hombre comprendió a Ramírez-Hidalgo. "Tuve esa mala experiencia la semana pasada", reconoció el español Nicolás Almagro, el que más partidos ha ganado en tierra batida este curso. "Iba 5-2 y perdí. No tuve la sensación de poder cerrar, como Rubén", continuó; "Federer ha arriesgado, y por la cabeza de Rubén han pasado un millón de cosas. Habrá pensado de más. De cien partidos así pierdes uno. La mala leche es que haya sido contra el número uno del mundo".

Segunda ronda: D. Ferrer-M. Safin. (Rus). 6-2 y 6-3. N. Almagro-J. Mónaco (Arg.) 6-2, 3-0 y retirada. J. C. Ferrero-J. Nieminen (Fin.), 6-3 y 6-3.