Los camioneros vuelven a parar Citroën
La incidencia sobre Citroën da el principal referente de éxito o fracaso de la huelga del transporte de mercancías por carretera de la provincia de Pontevedra, que ayer cumplió su segunda jornada. La fábrica tuvo que suspender su actividad en el turno de noche y funcionó de modo intermitente durante la mañana. Fue la principal evidencia del éxito de la huelga, según los sindicatos convocantes, que censuraron las cargas esporádicas de la policía contra los piquetes en el entorno de la factoría automovilística.
El seguimiento de la huelga, convocada en demanda de un convenio que la patronal se ha negado por el momento a negociar, fue ayer total, según fuentes sindicales. El subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández, señaló la frecuencia de incidentes, especialmente durante la madrugada, aunque ninguno de gravedad: pedradas contra camiones activos, pinchazos de ruedas, discusiones subidas de tono... Una docena de huelguistas fueron identificados en los furgones policiales. "No queremos enfrentamientos con la policía", insistían los portavoces sindicales, que acusaban a las fuerzas de seguridad de buscarlos para proteger a Citroën.
El espacio fabril de Citroën en Vigo es uno de los más reducidos del mundo, lo que ha compensado con la adopción de un sistema de just in time que constituye una de sus singularidades y puntos fuertes. Apenas hay sitio para almacén. Los componentes llegan con precisión suiza desde el puerto y las empresas auxiliares y los vehículos fabricados se aparcan en la terminal de Bouzas hasta su embarque. Pero esta dinámica, que es un punto fuerte de la logística de la empresa, desvela su fragilidad en el actual conflicto. El turno de noche tuvo que parar la producción porque los piquetes, obstruyendo la salida de coches, colapsaron la capacidad de depósito de la fábrica.
Los piquetes de camioneros concentraron ayer sus acciones en romper la dinámica del just in time, en la salida de vehículos para Bouzas y en las de componentes desde las industrias auxiliares. Lo consiguieron a medias. La policía escoltó los convoyes que salieron para Bouzas y también caravanas de coches recién fabricados que llegaron al puerto con su propio motor.
El tráfico de pesca y contenedores estuvo paralizado hasta las 10 de la mañana, en que los piquetes levantaron la obstrucción para concentrarse en Citroën y empresas auxiliares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.