Dwight Howard castiga la tibieza de los Raptors
La estrella de Orlando se alza frente al mal inicio, la floja defensa y la tardía puesta en escena de Calderón por parte del equipo canadiense
Al menos una cosa les habrá quedado meridianamente clara a Sam Mitchell y los Raptors después de la deplorable sensación de entrada que brindaron en su primer envite con los Magic: o se ponen las pilas y cambian radicalmente su actitud defensiva y su organización estratégica, o la serie concluirá por la vía rápida. El golpe sobre la mesa con el que Orlando les saludó tuvo mucho que ver con la ingenuidad e indolencia del equipo canadiense. Encajó nada menos que 43 puntos en el primer cuarto y llegó a perder por 23 en un visto y no visto (54-31). Todo ello sin que las dos estrellas locales, Dwight Howard y Turkoglu, tuvieran necesidad de explayarse.
Tras el descanso, reaccionaron los Raptors, Sam Mitchell le dio por fin carrete a José Manuel Calderón, el equipo subió la presión defensiva y durante algunos minutos dio la sensación de que había partido. No pasó de eso, una sensación, porque surgió Dwight Howard para redimir la irregularidad en el juego del equipo de Orlando.
ORLANDO MAGIC 114 - TORONTO RAPTORS 100
Orlando Magic: Nelson (24), Evans (14), Turkoglu (21), Lewis (13), Howard (25) -equipo inicial-; Bogans (7), Dooling (10) y Foyle (0).
Toronto Raptors: TJ Ford (5), Parker (24), Bargnani (5), Bosh (21), Nesterovic (16) -equipo inicial-; Calderón (9), Moon (0), Kapono (18), Delfino (2), Graham (0) y Humphries (0)
Árbitros: Willard, De Rosa y Stafford.
Amway Arena de Orlando. 17.519 espectadores.
Los Magic habían machacado en los dos primeros cuartos a la defensa de los Raptors, si es que así se puede denominar la ínfima oposición que plantearon los de Canadá. Los triples fueron colándose de forma devastadora en su canasta. Los 10 aciertos en los 14 primeros intentos desde la distancia más larga pusieron en órbita a los Magic. Mitchell había intentado hacer valer su quinteto más alto, con Nesterovic al cargo de Dwight Howard, Bosh emparejado con Rashard Lewis y Bargnani, con Turkoglu. El jugador turco le ganó la partida al italiano, Howard se limitó a ir haciendo y Bosh, el hombre franquicia de los Raptors, no pudo con Lewis. A los Magic les bastaba con abrir el juego para enchufarlas desde lejos. Lo consiguieron casi todos sus jugadores, con especial mención para Maurice Evans, que clavó los cuatro triples que intentó.
El partido estaba casi decantado y de Calderón apenas había noticias. Muy raro. Había superado unas molestias musculares y cuando Mitchell por fin le dio cuerda, el equipo mejoró. TJ Ford no estaba teniendo su mejor día, ni mucho menos: fallón en el tiro y poco atento para tapar a los pequeños de los Magic, Nelson y Evans. A la que Calderón relevó a Ford y le cogió el tranquillo al ritmo de juego y abasteció a Parker y Kapono, los Raptors se transformaron. Llegaron a ponerse a tiro de piedra (88-83) a diez minutos para el final. Pero entonces, Howard dijo aquí estoy yo y con sus 25 puntos, 22 rebotes, 5 tapones, 2 asistencias y 2 robos, despejó cualquier duda.
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