"El cambio de mentalidad de la mayoría es lo que transforma el sistema"
"La inconsciencia nos lleva al olvido de las cosas realmente importantes, como la paz y el equilibrio interiores"
Este miércoles 23 de abril vuelve la festividad del libro, que ya no sólo se celebra en las calles y librerías. Regalar libros a los colaboradores está convirtiéndose en un gesto cada vez más utilizado por las compañías para inspirar ciertos cambios en la manera de pensar e interactuar de la propia organización. No en vano, las ventas institucionales ya representan entre el 15% y el 20% de la facturación total de las editoriales especializadas en narrativa empresarial, autoconocimiento y desarrollo personal, o testimonios de superación y éxito.
Entre los escritores españoles más solicitados destaca el conferenciante y psiconomista Alex Rovira (Barcelona, 1969), autor de los best sellers La buena suerte, La brújula interior, Los siete poderes (Empresa Activa) y El laberinto de la felicidad, editado en la colección que él mismo dirige en Aguilar. Consejero de varias empresas, Rovira acaba de publicar Las palabras que curan (Plataforma Editorial), que reúne los textos que le han marcado personal y profesionalmente y que pretenden recordar cuáles son los principios esenciales que pueden servir de estímulo para la transformación y evolución de los individuos.
"Vivir conscientemente consiste en aprovechar las experiencias de la vida para aprender a ser feliz por uno mismo, aceptando lo que sucede"
Pregunta. Parece que el frenético ritmo laboral no deja mucho tiempo para la reflexión...
Respuesta. Esta hipervelocidad nos lleva a vivir por inercia, dedicando toda nuestra energía a metas externas, que se oxidan con el paso del tiempo. Y así, terminamos volviéndonos inconscientes de nosotros mismos, olvidando las cosas realmente importantes de la vida, como la paz y el equilibrio interiores, el amor hacia uno mismo y hacia los demás o algo tan esencial como la simple conciencia de sentirnos alegres y agradecidos por el hecho de estar vivos. Hoy lo normal es existir, pero eso no tiene nada que ver con vivir consciente y responsablemente.
P. Las adversidades y exigencias del día a día profesional no lo ponen nada fácil...
R. Cierto. De ahí que sea tan necesario que abandonemos el inmaduro y reactivo victimismo y empecemos a comprometernos proactivamente con nuestro desarrollo personal, alcanzando la excelencia en lo que sí depende de nosotros: la actitud que tomamos frente a las circunstancias. En vez de quejarnos de las cosas que nos pasan o del comportamiento de los demás, podemos mirarnos a nosotros mismos y ver qué aprendizaje se nos está escapando. Al fin y al cabo, vivir conscientemente consiste en aprovechar las diferentes experiencias de la vida para aprender a ser feliz por uno mismo, aceptando a los demás tal como son y lo que nos sucede tal como viene. Las personas conscientes son las que han convertido este reto en su estilo de vida.
P. ¿Por qué el sistema de mercado no promueve la felicidad de los individuos?
R. Porque lo externo es una proyección del estado interno de la mayoría, que hoy por hoy se siente profundamente insatisfecha. Así, la psicología es la que crea la economía. Y lo cierto es que ahora mismo está orientada a aliviarnos de este malestar por medio del trabajo, el consumo y la diversión, que en muchas ocasiones es un eufemismo, una cortina de humo que oculta una realidad bastante común: al no saber cómo funciona nuestra mente y de qué manera podemos dirigir conscientemente los pensamientos, utilizamos la evasión y la narcotización para no hacernos frente. Pero escapar y huir de nosotros mismos es el problema, no la solución...
P. Lo fácil es culpar de todo al sistema, ¿no?
R. Sí, pero es un derroche de energía inútil y carente de sentido. El sistema, aunque sí que nos influye, no es lo que nos transforma; somos nosotros, mediante el cambio y la evolución de nuestra conciencia, quienes podemos transformarlo. El cambio de mentalidad de la mayoría es lo único capaz de producir una transformación radical de lo externo, de la sociedad, de las empresas, del sistema. En este sentido, el conocimiento de uno mismo es el principio de la sabiduría y, por lo tanto, el comienzo de la transformación. Asumir este compromiso, viendo de qué manera podemos hacernos frente para estar mejor con nosotros mismos, es la base de nuestra responsabilidad individual.
P. ¿Y qué hay de las empresas?
R. Las empresas cambiarán cuando cambien la mentalidad y la conciencia de los empresarios. Y éstas, cuando cambien los valores y las prioridades de la mayoría de los trabajadores. Así, lo que necesitamos es vivir un cambio de paradigma colectivo, que nos lleve a centrar nuestra mirada en nuestro interior, recuperando el contacto con lo esencial, con lo que nos une, con lo que llena de paz y amor nuestros corazones, con lo que da sentido a nuestras vidas...
P. Pero hoy parece difícil creer en la condición humana...
R. Porque lo que hemos creado es consecuencia de lo que hemos venido creyendo. Para cambiar nuestra conducta y nuestra percepción de la realidad, primero hay que transformar nuestra manera de pensar. Y para lograrlo, cada uno de nosotros debe irremediablemente vencerse a sí mismo, superando cualquier tipo de miedo y trascendiendo el egoísmo y el egocentrismo, es decir, nuestra ignorancia e inconsciencia.
P. Algún economista habla del "amanecer del capitalismo consciente". ¿Qué opina al respecto?
R. Al conquistar nuestra mente descubrimos nuestra dimensión espiritual, que nada tiene que ver con la religión, sino más bien con un profundo cambio en la manera de ser y de percibir el mundo, menos ignorante y subjetiva y mucho más sabia y objetiva. Se trata de darse cuenta de que lo que les hacemos a los demás nos lo hacemos a nosotros primero. Ésa es la semilla del capitalismo consciente, que deja de orientarse en lograr riqueza a costa de la salud de los seres humanos. Gracias al auge de la conciencia, todo lo que no genere bienestar en las personas caerá por su propio peso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.