153 puntos negros amenazan a los conductores de la región
Madrid es la región de España con más zonas de circulación peligrosas - Un atropello mortal se produjo ayer en el peor tramo de la Comunidad
No hay curva cerrada. Ni ramos de flores ya secas. Ni siquiera una bajada empinada. Es una recta impoluta con tres carriles. Está en el kilómetro 12,2 de la A-6 (A Coruña), sentido Madrid. Una mañana cualquiera, los coches pasan a más de 90, en una carretera donde se puede circular hasta a 120. Reducen cuando llega una curva. Evitan por la izquierda algunos camiones antes de pasar delante del acceso a una zona comercial. Todo muy normal.
Nada que haga presagiar que se cruza un punto negro en el que se registraron 12 accidentes en 2007. Igual que el kilómetro 14,8 de la A-3, con el que comparte el siniestro honor de ser el punto donde se registraron más accidentes con víctimas en toda la región. De nuevo ayer otro accidente engrosó la negra estadística de ese punto, dos personas fueron atropelladas; una de ellas, un hombre de 37 años, murió. El vehículo se dio la fuga (más información en la página 4).
La Dirección General de Tráfico (DGT), que se encarga de velar por la movilidad en las carreteras, considera punto negro el tramo en el que se han producido más de tres accidentes en un año. Madrid es la comunidad autónoma con más, según una laboriosa enumeración a partir de los datos oficiales colgados en la web de Tráfico. El año pasado tuvo 153. Los dos tramos con más accidentes están situados en autopistas, cuya conservación depende del Ministerio de Fomento. Pero Fomento pasa la pelota a la DGT para analizar el fenómeno y buscar soluciones concretas. La DGT descarga a su vez la responsabilidad sobre los titulares de las vías. Asociaciones de conductores y de víctimas claman para que se pongan de acuerdo y señalicen los puntos de la muerte.
LOS NUEVOS PUNTOS Autopistas y rondas
Otro escenario negro: M-40, junto al kilómetro 30,2. A unos pocos metros de la vía, en una salida, el dependiente de la gasolinera no se sorprende de la pregunta. "¿Accidentes por aquí? Sí, sí, continuamente los clientes se chocan cuando se montan caravanas", responde mientras cobra un depósito. El año pasado hubo 11 siniestros con víctimas. Los nuevos puntos negros son autovías con tres carriles por sentido y acceso lateral, donde los accidentes se producen por colisión en colas y en los accesos y salidas.
Las trampas para el coche son ahora carreteras circundadas por centros comerciales, urbanizaciones nuevas, discotecas... Tramos de acumulación de coches y de conductores. Si trazamos una circunferencia de 30 kilómetros de radio desde el centro de Madrid, las grandes vías que quedan dentro de ese círculo superan los 100.000 coches de intensidad media diaria.
Ésos son los datos que maneja la Demarcación de Carreteras de Madrid, que depende directamente del Ministerio de Fomento.
"Los accidentes ahora se concentran cerca de centros comerciales y discotecas. Son vías nuevas y de sólo un sentido", explica Enrique Miralles, director técnico de la Asociación Española de Carretera (AEC), entidad sin ánimo de lucro que se ocupa de la seguridad vial desde 1949. "El nivel de riesgo es mucho más alto donde existen polígonos industriales porque no es lo mismo que circulen 100 que 1.000 coches. A mayor intensidad, más riesgo", añade Tomás Santa Cecilia, director de Seguridad Vial del Real Automóvil Club de España (RACE).
Parece de Perogrullo: más aglomeración, más riesgos. Las carreteras no están preparadas para las nuevas instalaciones que se construyen a su alrededor. Pero no se tiene en cuenta lo suficiente, según los expertos, como el catedrático de Seguridad Vial Luis Montoro: "Hay cambios sociológicos importantes, posteriores al diseño de la vía, como la aparición de áreas de atracción comercial o lugares de esparcimiento, que no se suelen tener en consideración".
LA REGIÓN MÁS NEGRA Madrid acumula 153 puntos
Las estadísticas hablan de 153 puntos negros, 665 accidentes y, de éstos, 133 mortales. Madrid quedó a la cabeza del ranking de puntos negros de España en 2007, según el recuento elaborado por EL PAÍS a partir de los datos facilitados por la DGT. La A-5 (Extremadura) y la M-40 se llevan la palma, con 20 y 18 puntos, respectivamente. Juntas suman 187 colisiones. ¿Por qué? ¿Qué hace que sean menos seguras que el resto de las cuatro radiales o la M-30? ¿Tienen más densidad de tránsito? El Ministerio de Fomento, responsable de ambas carreteras, no responde. La DGT, que depende del Ministerio del Interior, tampoco.
Andalucía, con 136 puntos, es la siguiente comunidad más negra. La región sureña tiene casi 7.500 kilómetros más de carretera que Madrid, pero por ellas circulan la mitad de coches (2,5 millones). En el resto de comunidades, la cifra cae de forma drástica. Cuatro oscilan entre 30 y 50: islas Baleares (47), Castilla y León (43), Galicia (32) y Comunidad Valenciana (31). Las demás no pasan de 20.
El listado de la DGT no incluye ni Cataluña ni el País Vasco, porque las competencias en carreteras están transferidas. La Generalitat de Cataluña no analiza puntos negros ni TCA. Los últimos datos referidos a accidentes de tráfico son de 2006 y hablan de 7.959 accidentes en los 12.000 kilómetros de carreteras de la región.
El País Vasco, en cambio, sí habla sobre tramos peligrosos, pero tampoco ofrece la información desgranada en un informe a los usuarios sobre las zonas más peligrosas. Para saberlo es necesario de nuevo procesar los datos que cuelgan en su página web. Según el recuento hecho por EL PAÍS, la comunidad autónoma vasca tuvo 477 tramos de concentración de accidentes en el año 2006. Pero el dato no es comparable con las estimaciones que ofrece la DGT para el resto de España, puesto que el criterio para determinar estas zonas de acumulación de choques es distinto al vasco, que se basa en el de Tráfico.
LIMBO LEGAL Nadie se hace cargo de los puntos negros
El problema es de base. Para empezar, Fomento y la DGT ni siquiera usan los mismos términos para definir un punto negro. El primero los llama Tramos de Concentración de Accidentes (TCA), y tiene en cuenta más variables, como los accidentes en un periodo de tres años, el estado de la vía y el número de coches que pasan al día. Cuando se piden explicaciones, Fomento (propietario de 780 kilómetros de carretera en Madrid) se niega a facilitar datos de sus tramos, no informa de qué tipo de trabajos realiza para mejorarlos y no asume la responsabilidad de tratarlos como puntos negros. La DGT ciñe sus competencias a la "regulación de la circulación". "Publicamos los datos de los puntos negros en nuestra web para que se tenga constancia, pero la responsabilidad de procesar esa información y hacer algo al respecto es del titular de la vía", añade.
La Comunidad de Madrid, propietaria de 2.533 kilómetros de vía, tampoco informa de nada que tenga que ver con puntos negros. Aunque internamente los tiene en cuenta, según el borrador del Plan de Seguridad Vial del Gobierno regional, al que ha tenido acceso EL PAÍS. Su "objetivo principal", dice, es acabar con los TCA en las intersecciones a nivel y otro tipo de vías. Y destaca la necesidad de inversión en el acceso a la sede de Prado del Rey de Televisión Española por la M-502, la entrada a Alcalá de Henares por la M-300 o los accesos a Majadahonda por la M-503. Son lugares con "riesgo potencial" a los que el documento asigna 200 millones de euros de presupuesto. Papel mojado por ahora. El borrador, con una supuesta vigencia entre 2007 y 2011, aún está pendiente de aprobación.
QUÉ HACER Aumentar la señalización
Una señal propia, contundente, con un punto negro, una cruz o varias cruces dentro de un triángulo rojo. Las asociaciones de conductores y víctimas reclaman insistentemente a las administraciones que señalicen los tramos de acumulación de accidentes. Sus peticiones se pierden de nuevo en un limbo de responsabilidades. De la DGT a Fomento, de Fomento a la DGT... hasta el infinito. "El titular de la vía es el que fabrica e instala las señalizaciones. Nuestra competencia es únicamente la regulación del tráfico", señala un portavoz de la DGT. Fomento lo asume pero, asegura otro portavoz, "Antes tienen que pedirnos que señalicemos esos tramos porque no es nuestra competencia determinar dónde están". La DGT tampoco reconoce la obligación de decidir si los tramos peligrosos requieren su propia señal vial. "Sólo podemos advertir al titular de que un punto acumula muchos accidentes".
Francia y Portugal avisan a los conductores con una señal específica. "Hace unos años los franceses instalaron siluetas negras en los lugares donde había muerto más de una persona", explica Santiago Córdoba, director jurídico de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Y añade que "con la lacónica instalación de una caja de radar, con las prohibiciones de velocidad o con las de curva sinuosa no se va a eliminar el peligro". AEA exige "señales específicas, creíbles y visibles" que remuevan al conductor para extremar precauciones. El Comisariado Europeo del Automóvil (CEA, con más de 165.000 socios en Madrid) comparte ese criterio. "Es imprescindible saber que el tramo por el que pasamos es un punto negro", insiste Nuria Alonso, portavoz de CEA. Asegura que en 2004, la DGT se comprometió con ellos a señalizarlos. "Incluso nos mostraron tipos de señales". La DGT niega que se estén llevando a cabo estas medidas. La Asociación de Víctimas Stop Accidentes lo reclamó el año pasado en el Congreso de los Diputados. "Pedimos que señalicen 500 metros antes de llegar al lugar y que luego coloquen, como en Francia, en el mismo punto tantas siluetas negras como víctimas ha habido en el lugar. Nos dijeron que les parecía muy bien", según su portavoz en Madrid, Ana Galán. Las tres asociaciones acusan a las administraciones de falta de coordinación. CEA les reclama que conviertan el tráfico "en un verdadero asunto de Estado". Solicita una Secretaría de Estado en el Ministerio de Presidencia que coordine la dispersa información y las actuaciones para frenar el goteo de muertos en la carretera.
El catedrático de Seguridad Vial Luis Montoro lo resume así: "Los accidentes de tráfico son uno de los problemas más graves de salud pública de la moderna sociedad, con una característica que nos debería hacer reflexionar muy seriamente: todos eran evitables". Y que los conductores conozcan, cuando pasan, qué lugares están teñidos de sangre, parece que puede ayudar a evitarlos. Aunque no sean una curva sinuosa de una carretera secundaria, sino tres carriles de una moderna autovía.
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