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Los médicos abandonan la Consejería de Asuntos Sociales

Patricia Ortega Dolz

Ya sólo quedan 110, pero muy cabreados. Los médicos dependientes de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales están huyendo del departamento que dirige Gador Ongil. Del año pasado a éste se han ido, según portavoces del sector, siete médicos de los llamados centros base, es decir, los lugares donde se realizan las valoraciones y los reconocimientos de los discapacitados para determinar su ingreso en un centro, o para desgravaciones de Hacienda, pensiones no contributivas, adaptación a puestos de trabajo... La lista de espera ha pasado así de dos a ocho meses.

También se han ido, en el mismo periodo, cinco de los 48 médicos que atienden a pacientes en residencias de ancianos, y no se encuentra a nadie para cubrir las vacaciones, con lo que los pacientes tienen que ser atendidos en los centros de salud que les corresponden, donde los sanitarios desconocen su historial clínico.

En los centros de discapacitados intelectuales había nueve médicos, y entre el año pasado y éste se han ido ya tres. Y otro ejemplo: el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) ha pasado de tener 20 médicos en 1986 a siete ahora.

Razones por escrito

Las razones de esta estampida silenciosa se las presentaron ayer por escrito a la propia consejera, que en los últimos tiempos ha tenido que soportar varias huelgas y manifestaciones de diferentes colectivos ligados a su consejería. "Queremos la homologación con los médicos de atención primaria, tanto en lo que a carrera profesional se refiere como a nivel salarial: los médicos de la consejería tenemos un sueldo de 29.000 euros brutos anuales [unos 1.500 euros netos al mes], lo que supone 1.000 o 1.500 euros netos menos mensuales, según el nivel de carrera profesional, que los de atención primaria. También queremos que nuestra actividad se reconozca como sanitaria, a efectos de poder optar a oposiciones", dice el escrito.

Son las reivindicaciones de estos profesionales, que están a punto de irse, ya que saben que pueden encontrar mejores trabajos en hospitales y otros centros sanitarios de la Comunidad por la gran demanda que existe.

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Este periódico intento ayer, sin éxito, obtener la versión de la consejería en este asunto, donde los más afectados son los familiares de los pacientes, que ayer estuvieron con los médicos.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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