"El PSOE no resolverá problemas picoteando apoyos aquí y allí"

Pese a abstenerse en la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero, Convergència i Unió pretende sentar las bases para convertirse en socio prioritario del PSOE y recuperar en Madrid el protagonismo que ya no tiene en Cataluña. El presidente de CiU, Artur Mas (Barcelona, 1956) fija las condiciones para que eso pueda ser así.

Pregunta. ¿Qué significa la abstención de CiU en la investidura de Zapatero?

Respuesta. Significa que no hay cheque en blanco hacia Zapatero y que no hay una negativa rotunda de colaboración.

P. ¿Y bajo qué bases se debería producir esta colaboración?

R. Primero, cumplimiento estricto del Estatuto catalán, incluso aunque el Constitucional lo rebaje, pues no hay que olvidar que el texto es un pacto político, no entre juristas. También es necesaria una buena financiación para Cataluña. Y cumplimiento estricto de los compromisos hechos, sean más, o menos ambiciosos. Zapatero nos prometió las balanzas fiscales en dos meses y estudiar el trasvase del Ródano. Volver a incumplir estos dos compromisos sería letal para la relación entre CiU y el PSOE para toda la legislatura. No olvidamos los incumplimientos hechos hasta ahora, pero podemos hacer una abstracción.

"Zapatero debe cumplir el Estatuto aunque lo rebaje el Constitucional"

"Podemos hacer una abstracción de los incumplimientos de Zapatero"

"Para colaborar no es imprescindible que CiU gobierne en Cataluña"

"El tripartito catalán se ha convertido en un Gobierno trasvasista"

P. Usted piensa en una gradualidad de sus pactos según los compromisos que se cumplan.

R. Solo será posible restablecer la confianza que perdimos en Zapatero si ahora cumple sus compromisos del debate de investidura.

P. ¿La falta de solidez que echa en falta en Zapatero no la ha demostrado también CiU en sus titubeos sobre el grado de implicación que quiere en la gobernabilidad de España?

R. No lo creo, porque cuando hablo de solidez no me refiero a la declaración del día a día ante los medios de comunicación. Hablo de decisiones. El PSOE no puede tener ninguna queja en este aspecto.

P. ¿Estar en la oposición en Cataluña impedirá o no una mayor colaboración con el PSOE y una eventual entrada en el Gobierno?

R. Para llegar a acuerdos de fondo, hay que dar satisfacción a las prioridades catalanas. Sin eso no hay posibilidad de acuerdos. Otra condición, aunque esta no será imprescindible pero facilitará las cosas, es que CiU no tenga que hacer oposición con el PSC en Cataluña y colaborar con el PSOE en Madrid.

P. O sea, no habrá un gobierno PSOE-CIU mientras ustedes no gobiernen en Cataluña.

R. No me gusta plantearlo así, pero no hay posible colaboración de fondo si el PSOE no cumple con Cataluña. La segunda condición no es tan imprescindible.

P. Zapatero sólo se comprometió ante ustedes a publicar las balanzas fiscales y a estudiar el trasvase del Ródano y, sin embargo, CiU salió contenta del debate. ¿No responderá ello a que ustedes necesitan como sea recuperar cuotas de poder?

R. CiU ha demostrado que no está pendiente de las cuotas de poder. Nos habría costado poco ofrecernos para todo al PSOE con nuestros diez diputados, pero ni hemos insinuado el tema de los ministerios.

P. Pero está claro que Zapatero les quiere como socios prioritarios. ¿Le consta?

R. No, no me consta. El PSOE lo que hará será picotear, picotear apoyos aquí y allí, y lo puede hacer porque su mayoría se lo permite. Pero hay una situación económica complicada, con decisiones a tomar, algunas impopulares; habrá la sentencia del Constitucional sobre el Estatuto y esto está reñido con ir picoteando. Picoteando apoyos puedes pasar el día a día, pero no resolver grandes problemas.

P. Ha querido situar el trasvase del Ródano, que el Gobierno catalán rechaza, en el centro del debate sobre las medidas para paliar la sequía. La obra no estaría a punto antes de 15 años. ¿Tiene alguna medida de urgencia más allá de mirar al cielo?

R. Si no pensamos en el Ródano ahora, dentro de 15 años seguirá siendo una solución a largo plazo. Hemos apretado con este asunto porque ahora hay necesidad de agua; después nadie nos hará caso. En cuanto a las medidas a corto plazo: Nosotros no somos el Gobierno y por tanto no nos toca resolver los problemas. Lo que sí podemos hacer como oposición es pedirle medidas al Gobierno y comprometernos a apoyarlas. Pero éstas deben tener el apoyo de todo el Gobierno tripartito. Si nos enfrentamos a un Gobierno con tres cabezas diferentes esto no es un gobierno, sino un lío. Con todo, es difícil llegar a acuerdos porque el señor Montilla es hierático, inflexible y sin cintura para alcanzar pactos.

P. Usted dice que apoyará el Gobierno pero cuando se ha hablado de trasvase del Segre se ha opuesto y cuando se habla de llevar agua del Ebro a Barcelona, CiU se opone en los ayuntamientos. ¿En qué quedamos?

R. Si tenemos que ver lo que hace cada partido en los ayuntamientos esto sería un festival porque ERC también se opone...

P. Sí, pero usted no debe incidir sobre ERC, sino sobre CiU.

R. La posición de CiU se manifiesta en el Parlament. Decimos no al Segre porque es una animalada: no genera consenso territorial ni en el Gobierno.

P. Usted pide consenso en el territorio para las soluciones del agua, pero su partido en el territorio no ha trabajado en este sentido. ¿Qué piensa hacer?

R. Lo que estamos haciendo.

P. ¿Cómo? ¿Votando no en los ayuntamientos?

R. No, pero por ejemplo, no pidiendo dimisiones. Y eso que tenemos razones para hacerlo: se ha engañado en todo y en el Parlament. También decimos que estamos dispuestos a asumir medidas que no serán populares, pero le pedimos al presidente que haga algo. En el proyecto de llevar agua del Ebro a Barcelona yo podría pasarme el día recordando que el presidente catalán y sus socios se manifestaron en su día bajo el lema "nunca más un gobierno trasvasista". Pues bien, ahora se han convertido en un gobierno trasvasista.

P. En Cataluña se están cambiando catenarias de líneas de tren del año 1930, hay problemas con el agua, hay peajes en todas las salidas de Barcelona y ahora se anuncian cortes de luz en la Costa Brava. ¿No tendrá CiU alguna responsabilidad en ello tras gobernar 23 años?

R. Seguro que nos hemos equivocado en algunas cosas pero cuando CiU gobernaba no había la sensación de caos actual, el Gobierno transmitía confianza. Cataluña ha pasado de tener un prestigio a no tenerlo.

P. En su época se destaparon otros problemas, como las listas de espera de la Sanidad.

R. El problema también existe ahora. Cometimos errores, pero tomamos decisiones. ¿Cómo tuvimos que reforzar la línea de alta tensión que abastece la Costa Brava? Enviando a los Mossos d'Esquadra porque un alcalde de Iniciativa incendió el territorio.

P. Pues ahora critica al PSC por querer hacer el trasvase del Segre con métodos parecidos.

R. Lo que debe hacer el PSC es tener un gobierno que actúe unido. Demuestra más solidez el Gobierno central que el catalán.

P. Parece que ya se ha asegurado su reelección como presidente de CDC en el congreso de julio. ¿O ha sido Felip Puig quien se la ha asegurado?

R. No me lo he planteado. No he notado que en torno a mi figura haya oposición en el seno de Convergència más allá de alguna crítica puntual.

P. Ha reconocido que su partido no avanza. En las últimas elecciones ha perdido otros 50.000 votos. ¿El congreso encontrara la pócima para cambiar la tendencia?

R. Lo que he dicho es que CiU resiste bien sin poder pero no crece suficientemente. Debemos encontrar la fórmula para crecer.

P. Y Unió Democràtica debe formar parte de la solución?

R. Evidentemente, aunque las formas de relación no tienen porque ser inamovibles.