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Reportaje:

TomTom pierde el rumbo

El fabricante de navegadores baja la previsión de ventas tras las malas cifras trimestrales

TomTom, el principal fabricante mundial de equipos de navegación para automóviles, empieza a notar en sus carnes las consecuencias de la desaceleración económica. Las ventas en el primer trimestre se situaron entre 260 millones de euros y 270 millones. En el mejor de los casos, la facturación cayó un 9,6% con respecto a los 295,9 millones del mismo periodo del año anterior.

Tras analizar las malas cifras trimestrales, los gestores de la empresa holandesa han rebajado la previsión de ingresos para el conjunto del ejercicio. El nuevo objetivo se sitúa en la horquilla situada entre 1.800 millones y 2.000 millones. Al comienzo de año, la estimación situaba las ventas en 2.200 millones.

La compañía, que se encuentra inmersa en la compra de su mayor rival, ha visto cómo su cotización ha caído un 75% desde octubre

TomTom argumenta que las malas cifras trimestrales se deben a que los distribuidores redujeron sus inventarios y a que la compañía rebajó los precios de sus productos más de lo previsto antes de la introducción en el mercado de sus nuevos modelos. "El profit warning [alerta de peores resultados] hace bastante daño ya que insinúa que la compañía ha perdido el control acerca de la caída media en el precio de venta de sus artículos", comentó Eric de Graaf, analista de Petercam, a la agencia Bloomberg.

TomTom, que sacó al mercado su primer navegador en 2004, vendió dos millones de dispositivos entre enero y marzo. Un portavoz de la empresa señaló que la cuota de mercado, pese a la caída de las ventas, se mantuvo "fuerte" en Europa y Estados Unidos. La previsión es vender entre 14 y 15 millones de navegadores este año y que los nuevos productos relancen la facturación a través de mayores volúmenes y precios más altos. "No esperamos, sin embargo, que los tres próximos trimestres puedan compensar los resultados del arranque de año, que han sido menores de lo esperado".

El recorte de las ventas llega en un momento delicado. La empresa se encuentra en pleno proceso de compra de Tele Atlas, el segundo mayor productor de mapas digitales. Con esta adquisición, TomTom pretende ofrecer en sus navegadores actualizaciones en tiempo real. La operación, valorada en 2.900 millones de euros, todavía no cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea, que podría vetarla por problemas de competencia.

Los flojos resultados han pasado factura a la cotización de TomTom. En la última semana, las acciones se han dejado un 36% de su valor y desde su máximo histórico bursátil, logrado el pasado 30 de octubre (67,78 euros), el desplome alcanza ya el 75%. El profit warning ha venido acompañado de numerosas rebajas en las recomendaciones de las casas de Bolsa. TomTom dará sus cuentas completas trimestrales el próximo 23 de abril.

Tras un despegue imponente, el mercado de navegadores empieza a ofrecer síntomas de cansancio. Así, Garmin, la empresa radicada en las Islas Caimán y que es otro de los principal competidores de TomTom, ha visto cómo su cifra de negocio ha retrocedido en un 50% durante el primer trimestre del año.

Navegador del fabricante holandés Tom Tom.
Navegador del fabricante holandés Tom Tom.BLOOMBERG

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