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"Los Juegos me condicionan"

El alcalde Alberto Ruiz-Gallardón se desmarca del boicoteo y acudirá a la inauguración de Pekín 2008

Sopló desde Pekín y desató la tormenta. A 10.000 kilómetros de su gran rival, Esperanza Aguirre, no pudo contenerse. Y esta vez, en la capital asiática, después de que los barones del Partido Popular salieran en masa a defender lo mismo que él, saborea las mieles del cambio de tornas.

"En política he pasado momentos duros y enormes satisfacciones"
Pensar en abandonar es "un razonabilísimo ejercicio de imaginación"

Tras las declaraciones, en las que se sinceró con un "no deseo que sea presidenta", otro "no tiene apoyos suficientes" y varios "la indecisa Aguirre", se relaja dando un paseo por las estrechas callejuelas del Hútòng del distrito pequinés de Xicheng, para terminar en la casa de un espontáneo anfitrión: el señor Lao Zhang, jubilado. Un pequeño edificio de una planta y cuatro estancias construidas alrededor de un patio. Una antigua residencia de funcionarios del imperio de las dinastías Ming y Qing que ahora acoge al alcalde de Madrid para saborear el té.

Gallardón toma asiento en la pequeña mesita de plástico y hierro. Lo mira todo. Pregunta y comenta. "¿Esta casa tenía pozo?". El dueño de la casa, cuando descubre quién es, se acerca para recibirle y agasajarle. El alcalde es tímido, pero atiende e interroga al anfitrión mientras la mujer de la casa le sirve un brebaje amarillento con un extraño poso. "Son gusanos de seda", bromea uno de los presentes. Él no se inmuta. Son años de protocolo. Lo coge y sorbe un poco. Es té de trigo. Podría brindar con él. Ya pasaron los malos ratos.

-Ayer le dijo al alcalde de Pekín que la política en España es un sufrimiento. ¿Se lo decía por lo que ha pasado en los últimos meses?

-En política, como en la vida, siempre hay que pensar que lo mejor y lo peor está por llegar.

-Entonces, ¿la exclusión de las listas no fue el momento más difícil de su vida política?

-Ni mucho menos. He pasado momentos muy duros, y también enormes satisfacciones. No me puedo quejar de la política, pase lo que pase en el futuro. Me siento un privilegiado y tengo motivos para estar agradecido.

Tiene entre ceja y ceja lo de los Juegos. "Dedico el 90% del tiempo de gestión a este proyecto. Ninguna de las grandes reformas, ni la M-30 ni la remodelación de Centro de esta legislatura es comparable a esto". Y esa luz, admite a medias, era la que veía al final del túnel en el que su partido le encerró al marginarle de las listas al Congreso. La otra gran ilusión de su vida. "Todas las decisiones que he tomado, tanto personales como políticas, han estado muy condicionadas por conseguir los Juegos". Pero pensar que abandonaría la política, dice, sólo le parece "un razonabilísimo ejercicio de imaginación".

No acaba de arrancarse con el te. Un cuervo y dos pájaros más enjaulados inician una sinfonía de graznidos para el alcalde melómano. No son como él y Aguirre, que no se dicen ni pío desde hace meses. Pero esa distancia, la falta de unidad de ambas administraciones presididas por miembros del mismo partido, cree él, no pasarán factura a la candidatura. "Hemos tenido apoyo sin fisuras de la Comunidad. No ha habido fractura y no se va a producir, seguro, de aquí al 2 de octubre de 2009, cuando el COI tome la decisión". Pero desde Madrid, diputados y concejales afines a Aguirre le acusan de haber viajado a Pekín "para lavarle la cara a China". Aunque de eso, dice, no quiere hablar porque "son polémicas que pueden poner en riesgo la candidatura".

El tapado de las ciudades que compiten contra Madrid se llama Obama. Si el senador de Chicago ganara las elecciones presidenciales de EEUU, sería el estandarte de esa ciudad para conseguir los Juegos. Líder con tirada emocional y presidente del país más poderoso del mundo. Ahí es nada como reclamo. "Chicago es una ciudad con capacidad para organizar una candidatura fuerte sea cual sea el resultado de las elecciones". Las otras rivales a tener en cuenta son Tokio y Río de Janeiro. Pero no tiene dudas de que será Madrid. "2008 serán los Juegos asiáticos. 2012, los Juegos anglosajones. En 2016 serán los juegos latinos y mediterráneos, que los debe organizar la ciudad que identifica el pensamiento hispano y la cultura mediterránea".

El alcalde deja un pequeño resto de té en el vaso. Tras 20 minutos de charla, el señor Lao Zhang le pide que firme el libro de invitados ilustres. Junto a la rúbrica del presidente de Tailandia, Gallardón inventa una dedicatoria imitando los caracteres orientales. "Casi chino". A la salida, varios vendedores ambulantes intentan, sin éxito, encalomarle souvenirs. Quizá le sobren los recuerdos.

El alcalde de Madrid se prepara para tomar el té en Pekín.
El alcalde de Madrid se prepara para tomar el té en Pekín.RAFAEL ALBARRAN-MUNIMADRID

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