"Son buenos en todos lados"

Boris Becker llegó hace dos semanas a Madrid para despreciar a sus herederos en cuatro palabras. "España es la favorita", dijo cuando diseccionó la eliminatoria de cuartos de la Copa Davis que enfrenta desde hoy a Alemania y a España. Su opinión resonó ayer en todas las esquinas del AWD Dome de Bremen, donde Rafael Nadal y David Ferrer se enfrentan a Nicholas Kiefer y Philipp Kohlschreiber (14.00, La 2). "Somos más débiles", confesó Patrick Kühnen, el capitán germano. "Quizás estemos ante el campeón de la Davis 2008", dijo el presidente de la Federación local. "Sobre el papel sólo tenemos un 30% de posibilidades", dice Kohlschreiber.

Ningún alemán mencionó un dato escamante: España, que venció a Perú en Lima en la primera ronda, nunca ha ganado dos eliminatorias seguidas como visitante. Ningún alemán destacó que se hayan concentrado ocho días para adaptarse a la pista rápida de Bremen. Y ningún alemán habló del descoloque general en el que vive Nadal desde que llegó el martes de Miami. Nadie -salvo los españoles, que ven en tanta mansedumbre "pura estrategia"-, pareció hacer nada ayer para remediar el pesimismo reinante.

"Llevo un mes fuera. El 'jet lag' no está superado", dijo Nadal, que llegó desde Miami

La desesperación de Becker tiene dos nombres: Kohlschreiber y Haas. Para Becker, el primero es un puzzle sin montar. "Me gusta la calidad con la que construye su tenis y que no tenga miedo a golpear, pero con la gran cantidad de golpes ganadores que logra debería ganar más partidos grandes". ¿Y Haas, el ex número dos? "¡Un Haas sano sería importante!", ruge Becker. "¡Un Haas que quisiera jugar! ¡Un Haas que se sintiera bien! Pero está enfermo. Juega Kiefer".

La adaptación de Nadal al cambio horario y a las pelotas que se usarán en la eliminatoria es la gran duda del equipo, que contará con Fernando Verdasco y Feliciano López para el dobles. "El jet lag no está del todo superado", admitió Nadal. "Llevo un mes fuera. Te levantas hecho polvo", añadió. "Los favoritos son siempre los que juegan en casa. Esta superficie no es demasiado rápida. No nos es desfavorable. Pero si los alemanes la han elegido es porque les va bien". "Obviamente", le contradijo Becker, "cuando juegas contra España no quieres jugar en tierra batida. Es racional. Juegas en algo bajo techo, rápido... Pero los españoles son buenos en todas las superficies. No es una gran ventaja. Ni eso, ni jugar en casa".

España ha visto pasar sus cuatro días de preparación entre noches de Champions, entrenamientos y carreras por el bosque. El equipo alemán, atento a los elogios de la prensa de su país a los españoles. "Hablar por hablar es fácil", dice Emilio Sánchez Vicario, capitán español. "Para ellos lo mejor es quitarse presión. Nuestro plantel es admirado por todo el mundo. Somos lo que somos: luchadores, guerreros, pero no hay que olvidarse de que jugamos fuera y que equipos mucho peores que el alemán se han vuelto potentes al jugar en casa. No será fácil".

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