Cargos de Aguirre la animan a competir con Rajoy y critican el congreso del PP

La crítica a los estatutos del PP, que otorga a Madrid tan sólo 208 de los 3.000 compromisarios que asistirán al próximo congreso, pese a tener 80.000 de los 700.000 militantes del partido, copó ayer la reunión interna del comité regional del partido en Madrid, que preside Esperanza Aguirre.

Allí se trasladó también el ambiente de tensión que vive el PP, justo después de que el secretario general de esta región, Francisco Granados, hiciera la propuesta de distribución por municipios y distritos de los representantes regionales al congreso, según algunos de los presentes en la reunión.

"Este partido es de vergüenza", se queja un concejal fiel a la presidenta

Como no podía ser menos, ya que Aguirre controla el partido regional, la presidenta autonómica, que estaba presente, recibió el apoyo de sus más fieles. Como el concejal del Ayuntamiento de Madrid Fernando Martínez Vidal (antiguo jefe de protocolo de Aguirre) que llegó a decir que el PP "es una auténtica vergüenza" y que hay que cambiar los estatutos porque no es razonable que para presentar una candidatura se exija el aval de 600 de los 3.000 compromisarios. "Todo está atado por el aparato", insistió. El edil madrileño felicitó a Aguirre por haber hecho autocrítica y aseguró que, en los 30 años que lleva afiliado, la única vez que recuerda que hubiera debate fue con Fraga, cuando existían listas abiertas.

El eurodiputado Íñigo Méndez de Vigo señaló que en el PP hay "falta de democracia interna", que los estatutos discriminan a Madrid por ser uniprovincial, ya que le conceden menos representantes para el congreso que a otras comunidades con peores resultados electorales y que el mínimo exigido de avales para presentar una candidatura hace "imposible" presentar alternativas.

También el alcalde de Móstoles (204.500 habitantes), Esteban Parro, comentó que estaba muy dolido con Javier Arenas, líder andaluz, que había garantizado que los compromisarios de su comunidad están con Rajoy, porque cada uno "vota individualmente". Además, se quejó de que haya capitales de provincia donde el alcalde es compromisario nato, mientras que ciudades de Madrid con más de 200.000 habitantes, no.

Manuel Cobo, vicealcalde de la capital y mano derecha de Alberto Ruiz Gallardón, contestó que los estatutos de Madrid también dificultaron su propia candidatura (en 2004 retiró sus aspiraciones al congreso regional ante el inmenso apoyo que iba a recibir Aguirre) y entonces los aguirristas no protestaron.

Fuera de la reunión, el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta, apoyó sin fisuras una posible candidatura de Aguirre para dirigir el PP nacional. Y agregó que un gran número de los 67 diputados del PP en la Asamblea de Madrid está dispuesto a apoyar a Aguirre en una posible aventura nacional, comenzando por él mismo: "Tengo el sentimiento personal mío de que yo sí que acompañaré a Esperanza Aguirre en aquello que ella quiera y piense hacer, y sé que numerosos miembros del grupo parlamentario sin duda harían exactamente lo mismo".

Los parlamentarios regionales concurrieron junto a la presidenta en las autonómicas del pasado 27 de mayo y, por tanto, son aguirristas a muerte. De ellos, como mínimo una decena serán compromisarios, porque son representantes natos (por integrar la dirección nacional o ser parlamentarios). Entre ellos, los cuatro senadores por designación autonómica, como el propio Beteta; el secretario general regional, Francisco Granados; o la presidenta de la Cámara, Elvira Rodríguez, ex ministra y que pertenece a la dirección nacional.

Para presentar candidatura, Aguirre necesitaría reunir 600 apoyos y, después, al menos 1.500 para salir victoriosa. En su propio entorno ven "difícil", aunque no imposible, reunirlos. Entre otras cosas porque habría que negociar con compromisarios de otras regiones en posiciones minoritarias. Al igual que entre los 208 de Madrid habrá un número en minoría que apoye al tradicional rival de Aguirre, Alberto Ruiz-Gallardón, en otras comunidades donde la dirección regional se ha decantado por Rajoy, como Galicia o Andalucía, también existen compromisarios que no apoyan a su presidente regional. A estos últimos se dirigirían los esfuerzos.