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Reportaje:

El peor momento de Laporta

El presidente del Barça admite que se equivocó en el tono ante las peñas y pide una tregua por la Copa de Europa

Ramon Besa

La bronca regresó el domingo al Camp Nou y para mañana se aguarda un juicio sumarísimo ante los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Schalke. De la misma manera que el equipo ha malgastado en dos años el doblete alcanzado en París 2006, su presidente se expone a dilapidar con la misma celeridad la mayoría absoluta con la que llegó al palco en 2003. Laporta ha pasado de contar con el apoyo en las urnas de una cifra récord de socios (52,57%) a la pañolada que le dedicaron muchos de los 59.523 espectadores que acudieron al Camp Nou en la cita con el Getafe. El máximo mandatario del club pasa por el peor momento de su mandato después de que en diciembre de 2003 acertara en mantener a Frank Rijkaard como entrenador cuando se acumulaban los malos resultados.

En cinco años pasó de ser votado por el 53% de los socios a la pañolada del domingo
Se ha desgastado al situarse más cerca de la política que de la dirección deportiva
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Aunque la crisis es deportiva, afecta también al presidente. Más que nada, por su intervencionismo. Laporta admitió ayer a personas de su confianza, y durante la celebración de la comisión delegada, que se equivocó "en el tono" empleado en el Congreso de Peñas. "No supo transmitir el mensaje optimista que pretendía. No conectó con los asistentes. No le salió bien y es muy posible que, si hubiera estado más comedido, no habría habido tanto ruido en el estadio", aseguraron fuentes próximas a él. "El consejo directivo entiende que estamos ante una oportunidad histórica de disputar las semifinales de la Copa de Europa por décima ocasión y no frente a una situación dramática", insisten; "ahora se impone una tregua y rebajar la tensión. A final de temporada se explicará cómo se planificó y cómo se afronta la próxima".

El riesgo que corre Laporta es el de quemarse por su excesivo protagonismo. El presidencialismo se ha ido acentuando desde la salida del consejo de Sandro Rosell, Jordi Monés, Jordi Moix y Josep María Bartomeu y posteriormente de Xavier Faus y Alejandro Echevarría, sustituidos mayoritariamente por amigos de Laporta, alguno procedente de la candidatura de Lluís Bassat en 2003. La última remodelación rompió además el equilibrio entre los grupos que cohabitan en la junta, que cada vez ha funcionado menos como órgano colegiado. Al final, se ha subrayado más el perfil de Laporta como cabeza de Elefant Blau, grupo opositor al ex presidente Josep Lluís Núñez, que el de líder que agrupó a distintas tendencias barcelonistas en los últimos comicios.

Los más duros con la gestión de Laporta han sido ex directivos. La oposición más alternativa se la ha creado el propio presidente. Aclamado por su carisma y liderazgo, Laporta apenas había tenido rechazo popular hasta el momento. Las mayores contrariedades habían sido administrativas, o de órganos de control, como el Tribunal Catalán del Deporte, y su gran revés fue la sentencia judicial que le obligó a convocar elecciones en 2006 y no en 2007.

Laporta ha perdido capacidad de seducción por el desgaste de una acción de gobierno complicada y que a veces le ha situado más cerca de los patrocinadores que de los socios, de la política que de la dirección deportiva, del consejo de Cruyff que de cualquier sugerencia técnica externa. La sensación de que aún tiene ascendente le llevó a la intervención del domingo cuando pudo delegar el discurso deportivo en el secretario técnico, Txiki Begiristain. "El escenario y la presión puede que influyeran en que su intervención adquiriera un tono más popular y mitinero", argumentó Xavier Roig, director de la campaña electoral de Laporta en declaraciones a Ona FM.

La directiva entiende que Laporta dispone de la suficiente credibilidad para revertir a corto plazo la situación y recuperar su liderazgo antes de que acabe su mandato en 2010. "Una cosa son los resultados de los equipos y otra la dirección del club", advierten en el consejo; "no hay crisis institucional". El protagonismo de Laporta, sin embargo, se ha situado por delante de los de Rijkaard y Ronaldinho.

La popularidad de Joan Laporta cayó en el mes de marzo (lalistaWIP)

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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