Guía de artistas durante siglos

Alguien cosió con un hilo naranja una página del libro. Es la hoja en la que se explica que el elefante "tiene los ojos pequeños y faltados, las orejas muy grandes y anchas, tiene una trompa o nariz larga, fuerte y arrugada".

¿Quién se tomó la molestia de coser aquella página? "Alguien mañoso, un amante de los libros". Es la única respuesta que puede ofrecer Mónica Santos, restauradora del taller de Patrimonio Documental y Gráfico del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. El libro se titula De Varia Conmensuración para la escultura y la architectura y fue publicado entre 1585 y 1587 por Juan de Arfe. Mónica Santos ha formado parte del equipo que ha restaurado esta obra, que el lunes se presenta en el Museo de Bellas Artes de Córdoba.

El primer dueño conocido fue el padre de Julio Romero de Torres

El primer propietario del ejemplar del que se tiene constancia es Rafael Romero y Barros (1832-1895), pintor, profesor y padre del artista cordobés Julio Romero de Torres. Su nombre aparece manuscrito en la primera página de la licencia de la obra. El libro estuvo en la biblioteca familiar hasta que en 1991 fue adquirido por el Museo de Bellas Artes de Córdoba.

Fue un tratado de referencia del que se sirvieron muchos artistas a lo largo de casi tres siglos. Se compone de 297 páginas, que se distribuyen en cuatro libros y que versan sobre temas como la geometría y relojes de sol, anatomía humana, medidas y representación de los animales y piezas de culto de la iglesia respectivamente.

Cuenta con 300 grabados xilografiados, un verdadero récord para la época. Acompañando a las imágenes aparecen textos en prosa y algunas octavas reales meramente descriptivas. Según la Consejería de Cultura, fue "el tratado artístico más consultado en España hasta el siglo XIX" y un manual "de consulta obligada para aquellos escultores y plateros que quisieran tener a mano los modelos y medidas de los cuerpos y los órdenes clásicos". Se realizaron hasta ocho ediciones, el mayor número de publicaciones en castellano alcanzado por un libro de su género. Fue una verdadera obra de referencia para los artistas y por eso el padre de Romero de Torres, profesor de Bellas Artes, lo tenía en su biblioteca.

"Hasta el siglo XIX se siguió utilizando en las escuelas", detalla María Campoy, quien se ha encargado del proceso de documentación. La primera edición completa se publicó en Sevilla en 1857 en la imprenta de Andrea Pescioni. En la capital andaluza, Juan de Arfe, orfebre de profesión, construyó la enorme Custodia, que se puede ver en la catedral de Sevilla, que tiene más de tres metros de altura y pesa 300 kilogramos.

El ejemplar restaurado ahora corresponde a aquella primera edición completa. Se han tardado alrededor de nueve meses en recomponer el libro. "Ha pasado por muchísimas manos", sostiene Santos. Por ello, las principales alteraciones que presentaba la obra estaban motivadas por "el uso y la manipulación inadecuadas". Además, se apreciaba "un envejecimiento natural".

La restauración acometida se ha realizado "folio por folio". Se han neutralizado los agentes degradantes y se han recompuesto las páginas, limpiado y mejorado la legibilidad. Además, se ha cambiado la encuadernación, que no era la original y estaba muy deteriorada. En definitiva, concluye Santos, "se ha garantizado su futuro".