Benidorm revisa su urbanismo por la presión de los promotores

La presión de los promotores y la falta de ingresos en las arcas municipales de Benidorm acelerarán el proceso de revisión del PGOU vigente desde 1990. El alcalde, Manuel Pérez Fenoll, está dispuesto a abrir el debate sobre la revisión del Plan General de Ordenación Urbana. Aunque el concejal de Urbanismo, José Ramón González, matizó que se trata del "estudio de la revisión del PGOU". En el Gobierno local, con mayoría absoluta del PP, varios miembros consultados coinciden en señalar que esta es la única salida a la situación de bloqueo en el crecimiento urbanístico de la ciudad y a la falta de ingresos en las arcas municipales. La solución no es inmediata, sino a largo plazo.

Un impuesto llega "en el momento más difícil para la construcción"

Este cambio de actitud también viene motivado por la fuerza que han ejercido los empresarios, que se reunieron la semana pasada con el edil de Urbanismo con el fin de arrancarle el titular de la revisión del PGOU que compensara en un futuro su sacrificio actual, ya que debido a los problemas financieros del Consistorio se está revisando el Impuesto de Construcciones y Obras. Ahora el Ayuntamiento accede a alargar el plazo para que los empresarios paguen el impuesto. "Estamos dispuestos a alcanzar un acuerdo que sea beneficioso para el Ayuntamiento pero que al mismo tiempo no sea sangrante para los constructores", indicó José Ramón González, concejal de Urbanismo. Este impuesto supone arrancar a los constructores varios millones de euros por las viviendas construidas en los últimos cuatro años, lo que ha hecho reaccionar a la Asociación de Promotores de Benidorm y Costa Blanca (APCB) que consideran que el impuesto "llega en el momento más difícil para el sector", según el presidente, Fernando Moragón. Los constructores locales consideran fundamental para sacar a la ciudad de su parálisis revisar el PGOU, y el Gobierno local ya se atreve a decir que está en estudio hacerlo.

El PP local ha eludido en los últimos años este debate, después de la dura experiencia que supuso la elaboración del último documento, en 1990, que dividió al centro-derecha local y estuvo rodeado de escándalos y logró una fuerte oposición social. Los técnicos critican que el documento de 1990 no se ha adaptado a la LRAU ni a la LUV y ha quedado obsoleto en una problemática tan arraigada a Benidorm como la de los retranqueos, que requieren una solución definitiva.

Los dirigentes del PP admiten en privado que el cambio de opinión se debe a que la falta de actividad en la construcción ha provocado que los ingresos previstos por obras no se hayan cumplido. El edil de Hacienda, Francisco Saval, justificó en la disminución de licencias urbanísticas la subida del IBI, una de las medidas que contempla el Plan de Saneamiento que está aplicando el Consistorio para hacer frente a una situación económica desfavorable, y a los seis millones de euros de remanente negativo en tesorería de 2006 hay que sumar los cuatro que se prevén para el cierre de las cuentas de 2007.