El ritmo sagrado
La estética del artista francés Rolito es la base del original videojuego de SCEI -La propuesta pasa por tener un buen sentido del 'tempo' musical - Cada botón de la PSP hace sonar un tambor diferente
Cuando los directivos de Sony Japón vieron la estética que el diseñador Rolito imprimía a sus creaciones se enamoraron de inmediato y decidieron fabricar un videojuego. Pero este nuevo lanzamiento no iba a tener solamente una apariencia insólita, sino que también la manera de jugarlo sería especial, compartiendo la línea de innovación de otros lanzamientos de la compañía como el videojuego LocoRoco.
En Rolitoland (www.rolitoland.com) se puede hacer un viaje completo por todo el universo particular del diseñador francés. Rolito ha publicado sus trabajos en varias revistas como Los Logos, Pictoplasma 2 y Iconography 2 y su figura Rolitoboy es ampliamente conocida. En la actualidad coordina y dirige el grupo Semper-Fi junto con otros diseñadores franceses como Chick, Dany, Run, Yan y Gus.
'Patapon'
Desarrolladora: SCEI
Plataforma: PSP
Género: Aventura musical
Precio: 39,95
Edad: mayores de 7 años
Sitio: www.patapon-game.com
Puntuación de 0 a 5: 4
Ésta no es la primera vez que Rolito entra en el campo de los videojuegos. Su participación como diseñador en Euro Football Cup así lo acredita, aunque es en Patapon donde se imprime un carácter más personal y puede apreciarse todo el ideario iconográfico de este singular artista.
Cuando el pasado verano aparecieron en la feria E3 las primeras imágenes de Patapon, en muchos foros de Internet se empezó a especular sobre las características específicas que presentaría. Lo que sí se tenía claro es que contaría con un sistema de juego original, dado que el equipo de trabajo que estaba con él era el mismo que el de LocoRoco, un videojuego en el que se movía el horizonte de izquierda a derecha para trasladar una bola por los diferentes escenarios.
En este caso, la propuesta pasa por tener un buen sentido del ritmo. Cada botón de la consola PlayStation Portable (PSP) hace sonar un tambor diferente que, combinados adecuadamente, mandarán órdenes de avanzar, atacar, defenderse o retirarse a los pequeños Patapon. Se deben recordar las secuencias correctamente y reproducirlas con un tempo específico. Si se hace más despacio o más deprisa el programa, es decir, los Patapon no responderán.
Tribu en declive
Para introducir la historia han colocado los Patapon, una tribu muy belicosa, al borde del declive y expulsados de su tierra por los temibles Zigoton. El jugador se convertirá en Kami, el Ser Supremo del tambor sagrado, si su sentido del ritmo es bueno no tendrá problemas para hacer avanzar por los escenarios bidimensionales a sus Patapon y recuperar su antiguo esplendor como civilización.
La interfaz para acceder a las diferentes opciones del juego es llamativa y original, presenta la ciudad de Patápolis con diferentes zonas como el árbol de la vida para resucitar o invocar nuevos guerreros, el árbol Ubo Bon con objetos para completar minijuegos o el Gran Pilar que da acceso al mundo que hay que reconquistar. Con cada nueva misión se deberá recomponer el ejército, con lo que, además de musical, también se puede decir que el juego tiene ciertos componentes del género de la estrategia.
Al contrario de lo que podría parecer, Patapon no es un juego repetitivo: posee 30 misiones básicas y hasta 50 con las variaciones.
Su larga duración y rejugabilidad hace muy conveniente su compra. Es inevitable repetir mentalmente las secuencias a la vez que seguimos el ritmo con el pie y acabar, después de haber jugado un rato, cantando a voz en cuello el pata-pata-pata-pon o el pon-pon-pata-pon.
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