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Columna
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Otras víctimas

Elvira Lindo

Mari Luz. Más valdría contener a ese gentío que se apresura a esperar al asesino a las puertas de los juzgados con una piedra en la mano y alentar, sin embargo, a esos otros ciudadanos que, sin violencia pero con tozudez, reclamarán a la justicia el compromiso de que se va a tratar de corregir esta inexcusable sucesión de torpezas. Los vídeos domésticos en los que aparecía esa criatura diminuta y llena de gracia se han convertido en el testimonio desolador de un porvenir que ya no sucederá. Pero dejando claro que la víctima irrecuperable de cualquier historia es quien pierde la vida, en este caso la niña Mari Luz, hay otras víctimas que vivirán el resto de su existencia marcadas por un siniestro individuo que perpetró sus fechorías con una inexplicable libertad. Es de suponer que esas otras víctimas habrán tenido estos días un sabor amargo en la boca. Para empezar, los hijos del asesino -sobre todo la niña, de la que el padre abusó con la complicidad de la madre- que por fortuna hoy viven en manos de otros padres, pero que van a sufrir de por vida el peso de sus orígenes, por mucho que sean protegidos por el anonimato que les proporciona la ley; en segundo lugar, aquel profesor de educación física al que este sujeto tuvo la sangre fría de acusar de haber abusado de su hija para ocultar así su propio delito. Este pobre hombre estuvo bajo sospecha casi dos años y, aunque se haya alegrado de que por fin el pájaro está en la jaula, nadie podrá compensarle por todo ese tiempo en que fue observado por sus paisanos como autor de un delito que no había cometido. No hay angustia más grande que la del que no ha hecho nada y ve puesta en duda su inocencia. Todos ellos deberían ser compensados. Pero como no será así, crucemos los dedos para que al menos funcionen los bancos de datos y las funcionarias no estén de baja.

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Sobre la firma

Elvira Lindo
Es escritora y guionista. Trabajó en RNE toda la década de los 80. Ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A corazón abierto'. Su último libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PAÍS y la Cadena SER.

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