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Reportaje:30ª jornada de Liga

Raúl, más poderoso y más solo

La lesión de Pepe y la actitud de Schuster vuelcan la presión del Madrid en el capitán

Diego Torres

"Raúl, ¿cree que tiene más responsabilidad en el Madrid esta temporada que la pasada?". Raúl, que sale apresurado de Valdebebas con la cabeza gacha, la mirada nerviosa y la sonrisa de cartón, se detiene. Su cara dibuja una mueca muy extraña. El cartón se cae. De pronto, parece un hombre alarmado, incapaz de ocultar su malhumor. Da media vuelta y responde: "¡No! ¡Tengo la misma responsabilidad!".

Raúl se marchó redoblando el paso hacia su Audi A-8. Lo hizo dando síntomas de no estar cómodo. Le esperaba el Sevilla (21.00, Canal +) en un partido que se presenta sin estridencias, pero que en su interior, como una caja-sorpresa, esconde una trama. Las condiciones son propicias para una emboscada. Mientras el Barça y el Villarreal acumulan la fuerza de los perseguidores, el Madrid se desgasta en cabeza. No acaba de salir de la zona de confusión.

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Los técnicos no entienden exactamente lo que pasa y los jugadores tampoco. Bernd Schuster los reunió el viernes y les dijo lo mismo de siempre: "Tranquilos, que por este camino tenemos que ganar". Ante la perplejidad, se hacen conjuras. Como reveló Pepe, sonriente: "Schuster nos quitó presión".

El vestuario del Madrid, como la Liga, se ha despresurizado. Schuster, también. El alemán no quiere hacerse cargo de la mediocridad que observa en la plantilla. Asegura que no es su competencia. Además, ha dicho esta semana que no se siente vinculado a las derrotas y que piensa seguir en el puesto incluso sin ganar un título. Apunta al campo. Allí están los jugadores, a los que quita presión con palabras tranquilas. A diferencia de Fabio Capello, maestro administrador de conflictos, cuando ve fuego, Schuster es partidario de apartarse. Se ha pasado la temporada en estado de irritación. Y, ahora que su equipo se hunde, se muestra en paz con el mundo.

Como quien no quiere la cosa, Schuster ha trasladado la responsabilidad a los jugadores. Cuando le preguntaron por Raúl, movió la cabeza en señal de asentimiento: "Trabajar con él es muy cómodo. Se preocupa de todo".

Por primera vez en su carrera, Raúl deberá ejercer de capitán en campo abierto. Hierro se retiró hace años; de los galácticos, que le hicieron sombra, no queda ni uno, y Capello, un muro de contención que recibió todos los golpes durante los peores días del campeonato pasado, es historia. Schuster ha entonado un canto monótono y las lesiones afectan a jugadores fundamentales. Ayer, Pepe se unió a Van Nistelrooy.

Ni Pepe, básico para defender y organizar, ni Van Nistelrooy, cuyos goles conquistaron la última Liga, estarán contra el Sevilla para echar una mano a Raúl. El "capitán", como le llaman con ironía algunos jugadores, se debe de sentir solo.

Es lo que tiene el poder. Desde que el presidente, Ramón Calderón, optó por aproximarse al vestuario y reforzar lo que llama "los valores del madridismo", la figura de Raúl se ha ido cargando de connotaciones más políticas que futbolísticas. La prolongación del contrato de Raúl "de por vida", en palabras de Calderón, le ha situado en otro plano. Nunca fue más influyente y esto genera suspicacias en la plantilla.

Formalmente, Raúl está un escalón por encima de sus compañeros. Es un caso único en el fútbol español. En el club dicen que, de hecho, Raúl se ha convertido en la prolongación del organigrama técnico dentro del vestuario. Lo afirma el máximo responsable de fútbol del Madrid, el director general, Pedja Mijatovic: "Cuando tienes a un jugador como Raúl, que lleva 13 años, que ha sido compañero mío y tiene todos los valores de un capitán del Madrid, evidentemente, tienes que tratar con él y obtener informaciones y respetar su opinión porque conoce perfectamente cómo funcionan el vestuario y el club".

Mijatovic, el hombre que contrata y despide empleados -él puso cara a la destitución de Capello-, dice que despacha con Raúl: "Es normal que tengas que darle... Yo no diría poder, pero tienes que incorporarle en una organización".

Raúl dice que sigue teniendo las mismas responsabilidades, pero Mijatovic le sitúa a la par con los estrategas del club. "No puede suceder como en los últimos años", explica; "cuando a Raúl no se le daba la importancia que tiene. No sólo por los goles que marca, sino porque cuida muy bien a sus compañeros y se preocupa por todos los detalles. Cuando tienes un problema o una duda, es el primero que te puede guiar sobre cómo resolverlo. Te ahorras un montón de cosas que, de otro modo, no podrías saber. Porque tener un capitán que es la pieza fundamental de un vestuario es un privilegio. Cuando nos reunimos, puedes obtener cosas que luego te ayudan a tomar las decisiones".

En la última temporada de su carrera, Maradona se presentó ante las cámaras y dijo: "Boca no ganó este campeonato por mi culpa". El jugador más atribulado del planeta asumió públicamente las consecuencias de su poder. Eso se llama responsabilidad.

Raúl empieza esta tarde una carrera solitaria por la Liga. Nueve jornadas le quedan al campeonato y el único premio es una copa que ya ganó cinco veces. La Eurocopa, la gran obsesión del capitán, ya está fuera de su alcance.

Raúl, en la ciudad deportiva del Madrid en Valdebebas.
Raúl, en la ciudad deportiva del Madrid en Valdebebas.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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