_
_
_
_
_

Música contra el racismo

Mil personas visitan la Fiesta de la Integración 08 en Sevilla

Con las gafas de sol enredadas en larguísimas rastas, un grupo de argentinos se lo pasaba en grande ayer, bajo el sol, en el Parque del Alamillo de Sevilla. Acababan de ejecutar un espectáculo de percusión en la Fiesta de la Integración 2008 -contra el racismo y la xenofobia-, que se celebró ayer y continúa hoy todo el día en el centro del parque.

Gente de todas partes del mundo (Sudán, Marruecos, Bolivia o Ecuador) disfrutaban de la comida típica de sus paises, de conciertos multiculturales y de multitud de actividades en un evento promovido por la Junta.

La colombiana Cristina Benítez forma parte de la organización. Pero esto no le impide pasarlo bien. Se introduce en el corrillo de unas 50 mujeres que se esmeran en aprender flamenco en la arena. "Entre asociaciones, organización y quioscos sumamos 250 personas aquí", explica Benítez moviendo las muñecas: "Y sólo por la mañana, ya se han pasado más de 1.000 visitantes".

Javier y Evelyn, ecuatorianos, entran de la mano en el recinto. "Sólo somos amigos", se sonríen. Él tiene 25 años y ella, 18. A veces, cuentan, han tenido que aguantar algún insulto racista como "sudaca, vete a tu casa". "Estas fiestas multiculturales son importantes para que la gente empiece a abrirse. Los andaluces somos muy cerrados", comenta Brígida, de 28 años, que es de Tomares (Sevilla). Conoció a su marido senegalés, Ibrahima, en Italia, en un curso de percusión. Tienen dos hijos. "Nosotros no tenemos problemas por ser una familia negra", sentencia la mujer mientras coloca sus artesanías de cuero.

Hirid es una marroquí que lleva nueve meses en Sevilla. Dice, en francés, que es feliz aquí. A su lado un grupo de cubanos. "Esto es igual que La Habana, buen rollito", añade Onel, de 29 años. Abba, saharaui, trabaja como intérprete de niños que llegan en patera. Lillypita, brasileño altísimo, cuenta que en Salvador de Bahia había demasiada competencia. Da clases de samba. "Aquí soy el rey del mambo", bromea.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_