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Reportaje:SUBARU JUSTY 1.0 LIMITED | PRUEBA

Un utilitario asequible de bajo consumo

Hay utilitarios que priman el diseño para seducir con su imagen, (Mini y Fiat 500), otros que exaltan valores específicos como la deportividad (Peugeot 207) y otros que simplemente buscan la máxima funcionalidad con sencillez para ser más prácticos. El Subaru Justy es uno de estos últimos y aunque no seduce a primera vista ni entusiasma al principio cuando se conduce, acaba convenciendo por sus virtudes prácticas a medida que se utiliza.

Este coche urbano, sencillo y económico no tiene una línea sugerente, pero sorprende por su amplitud interior y tiene un pequeño motor de gasolina que corre lo suficiente y gasta muy poco, entre cinco y siete litros, según el tráfico y la conducción. Además se vende a unos precios asequibles (desde 10.300 euros) que reafirman su economía.

El Justy es un coche urbano muy sencillo que busca el sentido práctico y la economía en el uso diario. Su carrocería de cinco puertas prima la habitabilidad y ofrece el interior más amplio en modelos de su tamaño y un maletero correcto. Tiene un pequeño motor 1.0 de gasolina que mueve bien el peso y apenas gasta seis litros, y un comportamiento seguro en carretera. Y se vende a precios asequibles (desde 10.300 euros) que incluyen un buen equipo de serie: cuatro 'airbags', ABS y aire acondicionado.
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Gasta muy poco

Más funcional que atractivo

El Justy es el hermano gemelo del Daihatsu Sirion y apenas se diferencia en detalles estilísticos (faros, parrilla...). Mide 3,61 metros de largo y se sitúa entre los coches ciudadanos de 3,5 metros (Citroën C1, Toyota Aygo) y los utilitarios grandes de cuatro metros (207, Ibiza, Punto). Pero frente al diseño deportivo de estos últimos, el Subaru refleja su origen japonés con unas formas cuadradas que priman la habitabilidad.

El frontal tiene un parachoques muy ancho que da seguridad en ciudad, pero la altura de la carrocería, y sobre todo el ángulo cuadrado que forma el techo con las puertas traseras y el portón, amplía la capacidad y permite acceder atrás sin agacharse en exceso.

Amplitud y cinco plazas

Con estos trazos, el Justy tiene a primera vista una línea casi de minifurgoneta, pero su diseño, muy práctico, le sitúa entre los pocos modelos de su tamaño homologados para cinco plazas. Y lo importante es que lo cumple, porque delante tiene dos asientos grandes y cómodos y atrás ofrece anchura suficiente para dos adultos y un niño. Otra ventaja que aporta su altura interior es la posición más elevada de las banquetas de los asientos, que permite viajar sentado en una posición más natural. Y ofrece también un maletero mayor de lo habitual en coches de su tamaño (225 litros), que se amplía recogiendo los asientos traseros. Sin embargo, donde el Justy marca la diferencia es en los huecos para objetos. Aparte de la guantera, incluye una bandeja enorme frente al copiloto, un cofre también muy grande debajo de la consola central y hasta seis posavasos, dos delante del cambio, dos en las puertas y otros dos detrás del freno de mano para las plazas traseras.

Estos detalles refuerzan su sentido práctico, pero la calidad de acabados no está a la misma altura y denota su planteamiento económico. El salpicadero y la instrumentación son correctos, pero están fabricados con plásticos austeros, los ajustes entre las piezas no son uniformes y el conjunto muestra una imagen más pobre de lo habitual en los modelos europeos. Y junto a una insonorización deficiente y un motor de tacto áspero, constituyen los peajes a pagar por disfrutar de su economía. La suspensión, el comportamiento y la mecánica son satisfactorios.

Un motor y dos acabados

El nuevo Subaru se vende sólo con un motor 1.0 de tres cilindros y 70 CV, con cambio manual de cinco marchas. Mueve bien el peso, gasta poco y se ofrece en dos acabados: Classic y Limited (10.300 y 11.200 euros). El primero incluye un equipo de serie aceptable: cuatro airbags, ABS, aire acondicionado, radio-CD, cuatro elevalunas eléctricos y todo lo habitual. El Limited suma dos airbags de cortina,

llantas de aleación y otros detalles. Y la garantía es de tres años o 100.000 kilómetros.

Conclusión

El Justy es un utilitario amplio, práctico y económico. Ofrece un interior con cinco plazas, buenos huecos y un maletero correcto. El motor 1.0 corre lo suficiente y gasta muy poco, se aparca en cualquier sitio y resulta cómodo en ciudad. Y tiene unos precios asequibles que refuerzan su economía.

El reducido tamaño del Justy no impide que presente una imagen sólida para el tráfico urbano. El ángulo casi recto que forman las puertas traseras con el portón posterior mejora la habitabilidad.
El reducido tamaño del Justy no impide que presente una imagen sólida para el tráfico urbano. El ángulo casi recto que forman las puertas traseras con el portón posterior mejora la habitabilidad.ENRIQUE BROOKING

BARATO Y BIEN EQUIPADO

El Justy es más rápido y potente que otros utilitarios equivalentes, y el acabado superior Limited incluye un equipo de serie más completo sin penalizar el precio: seis airbags, aire acondicionado, llantas de aleación, cuatro elevalunas y otros detalles. El pequeño Subaru es sólo 200 euros más caro que el Picanto. El Kia tiene cuatro airbags, pero está homologado sólo para cuatro plazas y no incluye aire acondicionado (770 euros) y otros detalles. Los demás son todos más caros. El Agila cuesta 200 euros más y la diferencia con el nuevo Hyundai i10 sube a 300. Los dos son aptos para cinco plazas, como el Justy, e incluyen también ordenador de viaje y aire acondicionado, pero vienen con cuatro airbags, dos menos. Por último, el Panda cuesta casi 600 euros más con dos airbags y dos elevalunas eléctricos, y, aunque es muy amplio, sólo tiene cuatro plazas

SENCILLO, PERO BIEN ESTUDIADO

El interior del Justy presenta un aspecto sencillo que prima la economía, pero destaca por su funcionalidad. El salpicadero tiene un diseño correcto, con una instrumentación original y una moderna consola central metalizada que no desentona. Pero la calidad de los plásticos es modesta, abusa de los tonos grises claros y tanto el volante como los paneles de las puertas y otros detalles muestran una presencia mejorable. Sin embargo, lo peor resuelto son los ajustes entre piezas, poco uniformes y con separaciones excesivas en algunos casos. El Justy sobresale por su amplitud y huecos para objetos. La altura de la carrocería y el ángulo recto que forman las puertas traseras con el portón facilitan el acceso y evitan agobios de altura atrás. Los asientos delanteros son generosos y atrás se va sentado más alto de lo normal y con las piernas relajadas en una postura natural. Pero sorprenden sobre todo los huecos, con una bandeja muy práctica que recorre la base del salpicadero, un cofre grande y una repisa bajo la consola central, y seis posavasos, dos delante del cambio, dos en las puertas y dos más atrás. El maletero tiene 225 litros y llega hasta 630 si se abaten los respaldos posteriores. Y la zaga, con un portón sencillo y austero, confirma su planteamiento funcional

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