Parodia como puedas

Existió una época en Hollywood en la que estaba bien visto reírse sin ninguna clase de sentimiento sindical ni artístico de las películas en las que otros habían puesto anteriormente más medios, ilusión y dinero. El jovencito Frankenstein (1974), de Mel Brooks, fue un producto fabricado a partir de los lugares comunes de los clásicos de monstruos de la Universal, pasados por un filtro de mamporros y sarcasmo. Este éxito de taquilla (que el American Film Institute posicionó en el número 13 de las mejores comedias de su historia) abrió una veda en la que el cine americano iba a hacer acto de introspección con inteligencia y mala uva. Máxima ansiedad (1978) dio un repaso a la filmografía de Hitchcock, Aterriza como puedas (1980) se mofó del cine catastrofista de los setenta y Top secret! (1982) puso en su sitio a las películas sobre la Segunda Guerra Mundial. Según Jordi Costa, crítico cinematográfico y fan de esa cuna de parodias que es el programa Saturday night live, las llamadas spoof movies (películas de broma, literalmente) "funcionaban como una crítica de cine hecha espectáculo, señalando lo ridículo del medio y poniendo en evidencia la solemnidad del lenguaje cinematográfico". Joaquín Reyes, cómico y director de Muchachada nui, confiesa por teléfono mientras lleva puesto un disfraz de Hulk Hogan: "Hay bromas que hemos copiado literalmente de Top secret! Los ZAZ (Jerry Zucker, Jim Abrahams y David Zucker) nos han inspirado muchísimo". Las mujeres eran sexualmente devoradoras; los hombres, especialmente tontos, y los responsables de llevar a buen puerto un avión, una guerra o el destino de la humanidad padecían una alarmante oligofrenia.

"Hay que tener cuidado. ¡No se puede parodiar cualquier cosa!" (Joaquín Reyes)

Pero en su condición de productos parasitarios que surgen de lo que han hecho otros, actualmente el problema está claro: si antes las referencias eran géneros clásicos y películas de algunos de los más reconocidos directores, actualmente el modelo a parodiar son películas como Saw, Saw II, Saw III y Saw IV. Ante una industria que lleva años acusando una falta galopante de ideas no queda mucho de lo que reírse, más aún en una época en la que las propias originales parecen spoof. Para muchos, los continuos remedos de éxitos de terror japonés ya son una parodia en sí mismos. Y se añade el hecho de que, si bien antes este subgénero estaba debidamente dosificado, desde el año 2000 hay una saturación. En esa fecha Scary movie arrasó en taquilla y resucitó la parodia para el gran público, hasta entonces relegada a estrenos fugaces en cine y estanterías de videoclub. Es una de las últimas spoof movies que se pueden calificar de dignas, pues echó la vista a todo el género de terror renovado que surgió tras Scream (¡otra que era una parodia del cine de terror en sí misma!), y pudo permitirse revolver en sus múltiples referencias. Un año después, No es otra estúpida película americana (2001) hizo lo propio con las películas de instituto, revitalizadas por éxitos como Crueles intenciones (1999). "¡Felicidades! Acabas de ganarte tu primera entrada a cámara lenta", espetaba la chica popular a la nerd reconvertida en cisne, demostrando que todavía quedaba una pizca de talento para reírse de los resortes del medio y no sólo de su más publicitada iconografía. Pero ojo a Epic movie (2007), la última parodia estrenada en nuestras pantallas: los chistes corrían a costa de Las crónicas de Narnia, Borat, la saga Piratas del Caribe y El código da Vinci. O sea, las películas que habían triunfado el año anterior. La peligrosa dinámica de parodiar los últimos e inmediatos éxitos provoca no sólo que las películas referenciadas no tengan ningún elemento común que dé algo de coherencia, sino también que el humor se quede desfasado en cuestión de meses. "No nos gusta hacer parodias sobre actualidad ni cosas que sean perecederas", apunta Reyes. "Preferimos hacerlo con películas clásicas, como El gabinete del doctor Caligari, referentes que están en la memoria colectiva. Es que hay que tener cuidado, ¡no se puede parodiar cualquier cosa!". Para Costa, el problema es que "actualmente se utiliza un humor de colegio mayor que pone en evidencia lo autosatisfecha que está la industria en su propia idiotez". La crítica fue tan salvaje con Epic movie que, cuando sus productores decidieron hacer una segunda entrega, no la llamaron Epic movie 2 para no relacionarla con una película que imdb.com (la más importante base de datos de cine) tiene en su lista de las 100 peores películas de la historia.

Pese a todo, el público sigue respondiendo positivamente a estas películas y haciéndolas enormemente rentables. Hoy se estrena en Estados Unidos Superhero movie, y en breve llegará Scary movie 5, que en principio no prometen devolver la dignidad al subgénero. Respecto a la versión de Epic movie, para averiguar el título finalmente elegido basta con mirar la cartelera española de hoy y buscar referencias a batallas entre espartanos y persas. El cambio no funcionó: la película ya figura en la misma lista negra online, 12 puestos por encima del original. Pero los 55 millones de dólares recaudados hasta el momento consolarán a sus productores. ¿Es una broma? No, es un chollo.