Otro informe policial exculpa al acusado del crimen de Cappont

Primero fue el Cuerpo Nacional de Policía y ahora ha sido la Guardia Civil. Un informe del instituto armado entregado al juez exculpa a José Isidro Rueda del llamado crimen de Cappont, ocurrido el 9 de noviembre de 2006 en ese barrio de la ciudad de Lleida.

El informe ha analizado las sustancias que contenían los seis casquillos de bala encontrados en el lugar del crimen y que acabaron con la vida de Issac Martínez cuando salía del garaje de su domicilio. También se han estudiado al detalle las muestras aplicadas en las manos de Rueda y se concluye: "no se han detectado residuos específicos de disparo".

No han aparecido residuos de disparo ni en el pantalón, ni en las manos

La Guardia Civil sí aprecia restos de plomo, antimonio y bario en el acusado, pero concluye que su origen "puede ser variado" y que esas sustancias se emplean en diversas actividades humanas en forma de aditivos para pintura, pirotecnia o celdas de batería. En este sentido, la Guardia Civil confirma de manera explícita los informes que en su día presentó el perito Francesc Menem, designado por la familia de Rueda, y que han sido los que han dado la vuelta a la investigación judicial y han dejado más que en entredicho la investigación que hicieron los Mossos d'Esquadra para incriminar a Rueda.

Fue precisamente a partir de esos informes del perito Francesc Menem cuando el Juzgado de Instrucción número 4 de Lleida encargó al Cuerpo Nacional de Policía que averiguase qué había de cierto en esa tesis, pues Rueda había estado manipulando la batería de un vehículo el día anterior al crimen. El 30 de noviembre de 2007, la Policía Científica fue taxativa: "No se han localizado partículas específicas de residuos de disparo en ninguna de las muestras analizadas". Después de ese informe policial, Rueda salió en libertad tras haber estado seis meses recluido en la cárcel de Ponent acusado del crimen. Pero el juez quiso asegurarse del todo y encargó a la Guardia Civil un nuevo informe que no sólo ratifica el anterior, sino que advierte de que en el pantalón del acusado se ha detectado "algún residuo específico de disparo" con una composición distinta de la del fulminante de los casquillos analizados. ¿Hubo, por tanto, manipulación intencionada de las pruebas? Es una duda más que razonable que queda en el aire.

Después de quedar más que cuestionada la investigación de los Mossos d'Esquadra, el juez los llamó a declarar el pasado 27 de febrero para interrogarles por su nulo rigor. Acudieron el "facultativo biológico" y el "facultativo farmacéutico", quienes coincidieron en que sus colegas de la policía habían utilizado una técnica más avanzada que ellos desconocían entonces. Por eso, dijeron, si ahora volviesen a analizar aquellas muestras, "sería diferente".