De extravagancia a negocio
Anualmente se dobla el número de ordenadores personales que trabajan con aplicaciones y programas no propietarios
"Nadie en su sano juicio hubiera apostado a que en estos 10 años el software libre iba a irrumpir con tanta fuerza", asegura Carlos Atarés, director de Opensouls.net. La revolución planetaria de los programas libres ha pasado de ser una extravagancia hacker a negocio de grandes compañías y opción mayoritaria en los servidores de Internet. Hoy su uso se dobla anualmente en los ordenadores personales y su filosofía se extiende, imparable, al mundo de la cultura.
El movimiento del software libre y su estandarte, GNU/Linux, no eran unos desconocidos en los entornos informáticos de 1998, pero este año marcó el inicio de su expansión al público en general y el ámbito corporativo.
El segundo, Firefox
Netscape fue la primera gran empresa que liberó el código fuente de su principal producto, el navegador Netscape Communicator, dando lugar al Proyecto Mozilla. Hoy su navegador, Firefox, es el segundo más usado, con el 17% del total según Market Share, por detrás de Internet Explorer.
Pero por aquel entonces la principal preocupación de la comunidad libre no eran los navegadores, sino introducirse en los servidores corporativos. Misión que hoy dan por cumplida, afirma Atarés: "Apache se ha convertido en una de las soluciones más usadas en los entornos de servidores, en el 40% según diversas fuentes, y ya no hay ningún proveedor de Internet, alojador de dominios o empresa de hosting que no disponga de un servicio basado en Linux".
Jordi Mas, de Softcatalà, añade: "Herramientas libres como LAMP (Linux + Apache + MySQL y PHP) se convirtieron hace años en un estándar de desarrollo de aplicaciones web. Hoy el software libre es un eje central en la infraestructura de Internet".
Muestra de ello es la cantidad de empresas tecnológicas que desde 1998 empezaron a desarrollar o apoyar productos libres, como IBM, Oracle, Informix, SyBase, Corel, Silicon Graphics, Apple, Sun, Dell y Compaq.
Y a usarlos. Como Google, icono de Internet donde los haya y uno de los mayores clusters -red de ordenadores iguales- de Linux del mundo. Aunque el código del buscador no es libre, sí lo es su sistema de telefonía móvil, la plataforma Android, que usa un kernel de Linux.
Según la consultora Forrester, el software libre está hoy preparado para vencer también en los escritorios, tanto en las empresas como en los hogares. Para ello cuenta con un buque insignia, la distribución Ubuntu, nacida en el año 2004 y mayoritaria en el 1% de los ordenadores personales que funcionan con sistema operativo Linux, un porcentaje aún bajo pero que se duplica anualmente.
El futuro, asegura Jordi Mas, "son los ordenadores de bajo coste con Linux, segmento donde se prevé un gran crecimiento no sólo en países en vías de desarrollo, sino también en países como Estados Unidos, donde grandes superficies, como Sears y Wal-Mart, ya están vendiendo este tipo de ordenador. Linux además tiene bastante que decir en dispositivos móviles, consolas y media centers".
Esta década ha visto también un creciente interés de los gobiernos hacia el software libre. La Junta de Extremadura sorprendía en 2002 con GNULinEX, una distribución para su administración y escuelas. Le seguirían GuadaLinex en Andalucía, LliureX en la Comunidad Valenciana, Molinux en Castilla-La Mancha, MAX en Madrid, Trisquel en Galicia, Linkcat en Catalunya y Melinux en Melilla. En 2007 el Gobierno español aprobaba la Ley de Acceso Electrónico a los Servicios Públicos, que asegura la adopción de estándares abiertos en la Administración.
Aun así, el padre del software libre, Richard Stallman, se queja: "Nuestra comunidad ha crecido mucho, pero no la libertad del usuario. La mayoría de las distribuciones de GNU/Linux contienen programas privativos, no libres, y muchos usuarios ni siquiera saben que esto priva su libertad. Además, la amenaza de las patentes informáticas, que pone al desarrollador en peligro de ser demandado por el código que él mismo ha escrito, no ha sido eliminada".
Pero las obras libres van más allá de los programas. "Lo primero a que afectó la cultura del conocimiento libre fue a la documentación, en unos años tuvimos cientos de miles de documentos técnicos disponibles en la Red, con licencia libre, que nos permitieron adquirir unos conocimientos que hasta la fecha nos estaban vedados", explica Atarés.
Expansión
Detrás vino la enciclopedia libre Wikipedia. Y la música, con pioneros como los españoles Stormy Mondays, que en 2002 ofrecía un disco bajo licencia libre. Después fueron los weblogs y libros, y les siguieron las películas, como Lo que tú quieras oír, de Guillermo Zapata, en el año 2005. Buena parte de esta revolución se debe a las licencias Creative Commons, nacidas en 2001 en Estados Unidos y llegadas en 2003 a España. "El modelo del software libre se propagará a otras ciencias y modelos de negocio, ya lo está haciendo en campos como la medicina y la farmacia", asegura Atarés, director de Opensouls.net.
MALLACH: oskuro.net
"LA ADOPCIÓN DEL 'SOFTWARE' LIBRE SE ESTÁ CUMPLIENDO ANTES DE LO QUE SOÑÁBAMOS".
Jordi Mallach es un informático valenciano que lleva media vida en la comunidad del software libre. Tiene 29 años y a los 18 entró en este mundo: "Me enganchó el descubrir una experiencia que acercaba mis grandes intereses, la informática y la tecnología, a mi manera de pensar política. Me cautivó encontrar a personas que, por principios, regalaban su trabajo de años convencidos de que era la única manera ética de trabajar en informática. Inmediatamente empecé a aportar lo que podía". Mallach participa en diversos proyectos libres, donde destaca como desarrollador de la distribución de Linux Debian. "Es apasionante compartir y debatir con auténticos genios que acabarán siendo leyendas de la informática", asegura. Quedan lejos las dificultades que pasó para instalar su primera Debian, versión 1.3: "Sin darme cuenta empecé a dominar el asunto y a ser consciente de que todo eso lo había hecho gente anónima y altruista que, gracias a mucho esfuerzo en común, había conseguido ensamblar un sistema operativo". "Entonces", recuerda Mallach, "ni tan sólo teníamos un navegador libre en condiciones y configurar el ratón era una aventura. Cada vez que Linux salía mencionado en un medio de comunicación era una gran noticia para nosotros". "Hoy", añade, "la adopción del software libre se está cumpliendo antes de lo que soñábamos. Ya está en todas partes, en aparatos de nuestro día a día. Dentro de cinco años, que un Gobierno migre su administración a software libre apenas será una noticia relevante". Pero el joven ve nuevos peligros ante este éxito: "Los usuarios de Ubuntu crecen exponencialmente, pero no todos lo hacen por ideología, sino por conveniencia, por el coste cero, y no tienen problema en usar tecnología propietaria como Flash".
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