La antorcha olímpica inicia con protestas su crítico viaje a Pekín
Ni un minuto de respiro está dando la protesta tibetana al Gobierno chino. Activistas pro derechos humanos irrumpieron ayer con pancartas en la ceremonia de encendido de la antorcha olímpica en Grecia para protestar contra el régimen de Pekín. Las autoridades chinas temen que la llama no llegue a salvo en agosto al Estadio Olímpico de Pekín y están decididas a protegerla en todo su recorrido, en especial cuando pase por Tíbet de camino a la cumbre del Everest.
Será la antorcha más protegida de la historia, todo un símbolo del éxito o el fracaso de los Juegos. Las manifestaciones, lejos de remitir, se recrudecen ante la incapacidad de China de capear la situación.
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