La mejor cosecha de la historia

Los Campeonatos de Europa de Natación han desvelado posibilidades insospechadas para España ante los Juegos de Pekín. Hace un año, la natación española estaba estancada, las marcas se mejoraban con cuentagotas y la mayoría de los técnicos se sentían olvidados por una federación paralizada, más pendiente de gestionar las disputas administrativas que de apoyar a los nadadores.

"En los Juegos sufriremos hasta para ser finalistas", advierte Joan Fortuny

Algunos de los atletas confesaban que sentían que su tiempo se desperdiciaba. Otros lo despilfarraron deliberadamente y optaron por no cuidarse. Les parecía lo natural en el clima de autocomplacencia reinante. Hasta la semana pasada, pensar en los Juegos implicaba resignarse a la lucha solitaria de Erika Villaecija por entrar en la final de 800 metros. Desde el jueves, el panorama empezó a aclararse.

La reaparición de Nina Zhivanevskaya fue tan contundente que apuntó a la final olímpica de 100 espalda, y el oro de Mireia Belmonte en los 200 libres puede considerarse el punto de apoyo de toda una generación de nadadores. La marca de Belmonte (2m11,16s), una chica de 17 años, es una proeza de consecuencias incalculables. Un paso capaz de meter a la natación de todo un país en otra dimensión, como ocurrió con la Italia de Rosolino en Helsinki. Antonio Oca, el técnico responsable del nuevo plan estratégico para la natación en España, lo describe con rotundidad: "De Mireia se puede esperar cualquier cosa".

Los campeonatos terminaron con una cosecha inédita para España: 12 medallas, cuatro de ellas en sincronizada, y 22 récords de España. Un logro sólo comparable al obtenido en los Europeos de Helsinki de 2000, con seis medallas y 13 récords. Antonio Oca se confiesa optimista: "Estos resultados son más valiosos, y no sólo porque la natación europea ha mejorado el nivel. En Eindhoven, ocho de los nadadores del equipo español batieron 22 récords en 13 pruebas distintas. En Helsinki se batieron 13 récords en 12 pruebas y sólo hubo siete nadadores implicados. Además, en Eindhoven ha habido tres finalistas más".

Oca no da tanta relevancia al medallero. No lo considera tan significativo como las marcas. Pero lo cierto es que nunca antes España había conseguido tantas medallas en una competición internacional: cinco oros (cuatro en sincronizada), tres platas y cuatro bronces. En Helsinki, España obtuvo seis: cuatro oros (tres de Zhivanevskaya) y dos bronces.

Oca explica lo que define como "una situación curiosa". Exclusiva de la natación española. "Los resultados demuestran que el trabajo que están haciendo los técnicos y los nadadores es el adecuado", dice. "Este trabajo ha dado frutos al margen del planteamiento institucional. Ha sido curioso porque en los últimos dos años ha habido muchos cambios. Reorganización de centros, traslado de nadadores, y cambio de directores técnicos [Mauricio Coconi por Carles Subirana]. Tantas alteraciones debieron afectar al rendimiento de estos deportistas jóvenes. Posiblemente los resultados habrían sido mejores en una situación de mayor estabilidad".

Otro de los factores particulares que advierte Oca en España es la dispersión de los atletas. "Algunos de los nadadores que mejores resultados han obtenido, como Nina, Rafa Muñoz y Erika Villaecija, no se entrenan con técnicos directamente vinculados al director técnico federativo, Mauricio Coconi".

Uno de esos entrenadores que orbitan lejos de la federación es Joan Fortuny, responsable de la preparación de Villaecija y Muñoz. El veterano preparador catalán ha visto cómo sus pupilos se colgaban cuatro medallas. Sin embargo, cuando le preguntan por Pekín, se manifiesta con cautela. "En los Juegos lo tendremos difícil hasta para entrar en las finales", avisa. "No tendrá nada que ver con los Europeos. El año de Helsinki pasó igual. Faltaban tres meses para los Juegos de Sidney y España ganó cuatro oros. Luego, en los Juegos, todo pareció tan decepcionante que cuando terminaron echaron al director técnico y al presidente de Natación. Si los Europeos son en blanco y negro, los Juegos son en color. En Holanda ha habido muchas pruebas con poco nivel".

Tanto Oca como Fortuny advierten sobre la presencia determinante de los nadadores chinos, estadounidenses y australianos en Pekín. En principio, estos competidores no afectarán tanto a las aspiraciones de podio de Villaecija como a las de Zhivanevskaya y Belmonte. Respecto a Belmonte, Coconi pide calma: "Mireia en Pekín podrá ser más rápida. Pero debe estar tranquila y no pensar en ir a los Juegos a ganar una medalla. Debe ir a mejorar la marca. Con tranquilidad".