El PP retoma el discurso del agravio con Cataluña
Los populares iniciarán la nueva legislatura exactamente en el mismo punto en el que cerraron la anterior: la denuncia de la "traición" de los intereses de Andalucía por parte del Gobierno de Manuel Chaves y su "sumisión" ante los pactos de José Luis Rodríguez Zapatero con los "nacionalismos insolidarios". Es decir, el agravio con Cataluña. Y el primer asunto de "riesgo" es el nuevo sistema de financiación autonómica que se va a empezar a negociar, en el que el PP ve ya síntomas de dejación.
El secretario general del PP, Antonio Sanz, le exigió ayer a Chaves una respuesta contundente a la pretensión de los socialistas catalanes de "rebajar" los mecanismos de solidaridad interterritorial y de romper la multilateralidad. El criterio para el reparto de fondos, según Sanz, debe ser la población y no el PIB, como recoge el Estatuto de Cataluña. En el mismo terreno económico, y en la línea de agravio con Cataluña, el dirigente popular calificó de "ridícula, irrisoria e insultante" la cifra de 1.500 millones de deuda histórica que manejan los socialistas, mientras, dijo, "los catalanes consiguieron por un por un concepto similar, y en unas horas, justo el doble, 3.000".
Aunque son contundentes en el rechazo, los populares se niegan a poner un número, ya que, argumentan, quien tienen los instrumentos para cuantificar el volumen de deuda histórica es la Junta.
Antonio Sanz dijo que el PP se conducirá durante esta legislatura bajo la "gran seña de identidad del andalucismo español", que el mismo definió como "la defensa de los intereses andaluces frente a los nacionalismos insolidarios".
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