Liberado en Portugal un importante empresario secuestrado en Madrid
La víctima pasó dos semanas en poder de una banda dirigada por un español
Las policías portuguesa y española han liberado a Pedro Aguirre Ormaechea, de 62 años, vicepresidente de Decoexsa, una importante empresa de handling de alimentos perecederos, que había sido secuestrado en Madrid el pasado día 6. Un grupo de delincuentes inicialmente exigió un rescate de 11 millones de euros. La víctima, que estuvo encadenada, cegada con un antifaz y con tapones en los oídos, fue rescatada el pasado jueves en Monte Gordo (en el Algarve portugués), según informó ayer la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.
Los captores pedían 11 millones por el vicepresidente de la firma Decoexsa
La víctima mandó un mensaje en clave: "Llamad al abogado de Emiliano Revilla"
Aguirre acudió el pasado día 6 a un cita en la elitista urbanización de La Moraleja (Madrid), acompañado de José María Navajas Gómez, director gerente de Decoexsa. Una persona, que dijo representar a una empresa argentina, había contactado con Aguirre para proponerle un negocio. En el lugar del encuentro se les presentó una mujer portuguesa que les pidió que le acompañaran hasta la habitación de un hotel cercano "para hablar con más tranquilidad".
A Aguirre le mosqueó esa mujer y telefoneó a un colaborador para informarle de que se dirigía a un hotel y que circulaba detrás de una mujer que conducía un Mercedes. Tras facilitarle el número y la serie de la matrícula, Aguirre acabó la conversación diciendo: "Esto no me gusta. Llamadme cada media hora. Si no contesto, avisad a la policía".
Los dos empresarios llegaron a la habitación del hotel. Nada más entrar, cayeron sobre ellos dos hombres y les molieron a golpes. A continuación, los asaltantes obligaron a Aguirre a tumbarse en los asientos posteriores del Mercedes y a Navajas a meterse en el maletero.
El vehículo emprendió su marcha. Aguirre logró ver, a través de la venda que le cubría los ojos, que habían llegado a Valladolid. Se dirigían hacia el norte de la Península y, ante ese hecho, temió que los autores de su secuestro y de su subordinado fueran terroristas de ETA.
Los delincuentes compraron cadenas en Muros (A Coruña) y trasladaron a los dos rehenes hasta una vivienda de Vigo, donde los mantuvieron retenidos durante cinco días. El empresario y su hombre de confianza comenzaron a hacer llamadas que, según la policía, podían ser interpretadas como que estaban hablando en clave e intentaban pedir ayuda. Posteriormente, Navajas fue liberado con la advertencia de que no debía avisar a la policía. Si lo hacía, se exponía a que algun familiar sufriese un accidente.
Atemorizado por las posibles represalias, Navajas intentó engañar durante dos días a la policía, llegando a sostener que su ausencia era debida a que había tenido una aventura extraconyugal. Pero finalmente acabó confesando la realidad: unos desalmados exigían 11 millones de euros de rescate por Aguirre.
El comisario jefe de la Unidad central contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) suspendió las vacaciones de los 11 agentes que integran el Grupo de Secuestros y Extorsiones. Éstos tenían una pista para empezar: el número y la serie de la matrícula del Mercedes que conducía la mujer con la que Aguirre y Navajas habían quedado citados en La Moraleja. El vehículo estaba a nombre de Elsa María M. G., de nacionalidad portuguesa, que la noche anterior a los hechos había pernoctado en un hotel de El Escorial. Curiosamente, el mismo municipio donde reside José Carlos Serna Sánchez, un hombre con antecedentes delictivos, que tiempo atrás había sido denunciado por un hermano de Aguirre por haberle estafado supuestamente tres millones de euros en la compraventa de una valiosa finca de El Rocío (Huelva).
Navajas informó al Grupo de Secuestros que un hermano del secuestrado se había desplazado desde Estados Unidos a España tras recibir una llamada del propio Pedro Aguirre. Éste le había dicho a su hermano que un taxi le esperaría el 13 de marzo en el aeropuerto de Vigo para trasladarle hasta donde él se encontraba.
Durante ese día y el siguiente, el empresario y su hermano mantuvieron diversas conversaciones. En una de ellas, la víctima dijo que todo estaba relacionado con "una deuda". "Ponte en contacto con el abogado de Emiliano Revilla", le dijo en clave, en referencia al empresario secuestrado por ETA en 1988. Las investigaciones condujeron a una vivienda de Monte Gordo, en Portugal, donde la Policía Judiciaria rescató al empresario el pasado jueves.
Drogado y encadenado
Pedro Aguirre Ormaechea fue liberado por un grupo de agentes de la Policía Judicial portuguesa. Entre ellos, uno de los que hace unos meses capturó a Jaime Jiménez Arbe, El Solitario, cuando iba a atracar un banco de Figueira da Foz.Las pesquisas las han llevado a término el Grupo de Secuestros y Extorsiones con ayuda de 100 agentes de Sevilla, Huelva, Madrid y Galicia. La pista fue el coche de una de las implicadas, así como el descubrimiento de que José Carlos Serna Sánchez, el supuesto cerebro de la banda, posee una gran finca cerca de Ayamonte (Huelva). Al vigilar esa finca, los policías vieron el Mercedes de Elsa María M. G., con la que Aguirre y Navajas se habían citado en La Moraleja. Y ya no tuvieron dudas de que estaban siguiendo el hilo que les conduciría hasta Aguirre.Servicios Logísticos y de Handling Decoexsa, de la que Aguirre es vicepresidente, fue la primera empresa privada en establecerse en el aeropuerto de Vitoria mediante la construcción de una terminal de alimentos perecederos que es la segunda de Europa en su género. A través de Vitoria se mueven miles de toneladas de estos productos y de animales vivos procedentes de Suráfrica, EE UU, Canadá, Chile, Brasil, Argentina y México. Aguirre ha relatado que le drogaban con somníferos y que le tuvieron encadenado y con los ojos vendados y los oídos tapados. En Monte Gordo fueron detenidos José P. M., Luis Manuel C. G. y Vitalino de Jesús V. B. Horas después, fue arrestada en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial Gema María S. R. Un día después, fueron arrestados en Faro (Portugal) José Carlos S. S., Elsa María M. G. y María Manuela Do Espirito Santo A. C. En la operación se han incautado de dos pistolas, un bate de béisbol, grilletes y el vehículo del secuestrado.
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