La policía investiga un móvil político en el asesinato de un millonario iraní

Mujer de 1,70 metros de estatura, de tez morena y delgada. Ése es el breve retrato que ha hecho la policía de la persona que el miércoles pasado mató de tres cuchilladas a Manouchehr Farhangi, un español de origen iraní de 82 años, en su chalé de lujo de La Moraleja, en Alcobendas (Madrid, 105.900 habitantes). La víctima, disidente con el régimen de Mahmud Ahmadineyad, fundó en 1980 el International College Spain, un colegio de alto nivel, junto al que vivía. Fuentes policiales mantienen que detrás del crimen puede haber un móvil político, pero no descartan otra hipótesis.

Los hechos ocurrieron a las 12.15 del miércoles en el número 12 de la calle de la Cuesta de la Sierra, en La Moraleja. La asesina de Farhangi llamó a la puerta del chalé y, sin mediar palabra, le asestó tres puñaladas en el abdomen. Farhangi murió horas después mientras era intervenido en el hospital La Paz.

La policía trata de reconstruir el camino que llevó la asesina en su huida, gracias a las numerosas videocámaras que hay en la zona. La Policía Local recuperó instantes después un abrigo tres cuartos oscuro que tiró la criminal para poder estar más libre y no ser reconocida. Estuvo andando unos dos kilómetros, desde el lugar del crimen hasta el centro comercial Diversia, en la avenida de Bruselas. Allí una testigo la vio subir a un taxi. Los agentes del Grupo X de Homicidios han centrado sus pesquisas en localizar al taxista para saber dónde dejó a la pasajera. Las declaraciones de una testigo y algunas grabaciones ya visionadas por la policía han permitido sacar una primera imagen de la asesina. Se trata de una mujer que tiene entre 28 y 30 años, delgada y con la tez muy morena.

La policía sostiene que el homicidio se produjo al día siguiente de que el fallecido mantuviera una discusión con una mujer en el centro de Alcobendas. Ella estaba pegando carteles a favor del regimen actual de Irán, un acto que fue recriminado por Farhangi. Los investigadores esperan que el hijo del fallecido pueda reconocerla, ya que le acompañaba a éste en el momento de la disputa. Este hecho no es el único que baraja la policía, que también ve difícil que por una simple pelea una mujer pueda apuñalar hasta la muerte a un hombre. Además, también debía saber de quién se trataba y dónde vivía.

Farhangi nació el 5 de enero de 1926 en el seno de una familia zoroastriana (religión arcaica persa de seguidores de Zaratustra o Zoroastro) en la antigua ciudad de Kerman, según publicó el periódico Persian Mirror. Años después, abrió junto con sus hermanos una empresa farmacéutica, que se ha convertido en una de las más importantes de Irán. Tras la revolución de los ayatolás, Farhangi fue llevado a los tribunales islámicos por acoso y abuso verbal. Tras hacer un corto viaje a Londres, sus empleados le comunicaron que los revolucionarios le habían saqueado sus pertenencias y habían quemado su casa, incluida su valiosa biblioteca.

En poco tiempo, le fueron confiscadas sus empresas con el pretexto de impago de impuestos. Mientras perdía sus pertenencias, contactó con padres del Iranzamin Teheran International School. Allí deciden abrir un colegio en un país europeo neutral. Apostó por Estepona (Málaga), donde firmaron un contrato con el instituto local Don José. Alquiló parte del mismo para sus estudiantes y fundó el International College of Spain (ICS). Después de tres años de funcionamiento, en 1980, decide trasladarse a Madrid donde abrió el ICS de La Moraleja. Ahora tiene unos 600 alumnos de 48 nacionalidades.