Cerca de 1.900 personas cada hora
La reapertura del Paseo Nuevo después del temporal atrae a toda una procesión de donostiarras y turistas
El Paseo Nuevo de San Sebastián parecía ayer casi una romería. En plena Semana Santa, se formó espontáneamente una procesión pagana de donostiarras y turistas que marchaban a pie por esta singular avenida asomada al mar, que presentaba un aspecto inusual, muy pocas veces visto hasta ahora. El paseo quedó abierto a los peatones tras ser reparados de forma parcial los desperfectos más importantes sufridos en muchos de sus tramos por el embate de unas olas gigantes durante el temporal que se abatió sobre la ciudad el pasado 11 de marzo.
"Esto parece el Boulevard en hora punta. ¿Regalan algo?", preguntaba extrañado y con cierta ironía José Luis, un asiduo caminante: "Fíjate a lo lejos. Viene un río de gente. Esto no se ve todos los días". Este periódico contabilizó ayer 1.896 paseantes en una hora. Eran las 10.30. Familias, parejas, cuadrillas de amigos, unos montados en bicicleta, otros corriendo, acompañados por el perro... convirtieron el frente marítimo en la principal atracción de la ciudad. A esa hora no había tanta concurrencia ni siquiera en el Paseo de La Concha, la ruta predilecta para visitantes y lugareños.
Un taxista acercó expresamente a un grupo de turistas hasta el paseo
Un taxista -los vehículos sólo podían acceder hasta el mirador más cercano a la Sociedad Fotográfica- descargó en este lugar a un grupo de catalanes: "Me han pedido expresamente que les traiga al Paseo Nuevo". Se habían enterado por la televisión de que las olas habían destrozado parte del frente de mar y querían verlo en persona. "Vamos a inspeccionarlo ahora, pero los efectos del oleaje saltan a la vista", afirmó uno de ellos.
El enorme socavón que se abrió en el paseo ya se hallaba cubierto por hormigón. Los tramos de barandilla y pretil arrancados por la marea estaban cercados por una valla de dos metros de altura anclada al suelo con tornillos. El pavimento seguía resquebrajado en algunos puntos. Estos trabajos de urgencia han supuesto un gasto de 500.000 euros, cantidad que pagará el Gobierno central. El coste de todos los desperfectos causados en la ciudad por el temporal puede superar los 12 millones de euros, según un cálculo aproximado.
Aunque los responsables del Ayuntamiento habían anunciado que el tránsito peatonal iba a estar permitido desde ayer, en realidad el paseo se abrió ya el martes por la tarde, según informó el guardia municipal que vigilaba la zona. Había mucha expectación por verificar cómo había quedado la zona. Ayer era la ocasión propicia. Los comercios estaban cerrados y muchos bares, también; lucía un sol espléndido y llegaba una suave brisa del mar.
Entre los muchos viandantes, un niño le preguntó a su padre: "¿Todo esto se lo ha llevado el mar? ¿Y cuándo habrá de nuevo unas olas tan grandes?"
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