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Reportaje:

Atrapados en una guía telefónica

La joven vanguardia artística se reúne en la exposición Generación 2008 en La Casa Encendida

En una ciudad pueden vivir millones de personas, pero eso no significa que uno no pueda sentirse solo. Es algo que sabe bien la artista Isae Ikenaga (México DF, 1977), nacida en una de las mayores megalópolis del mundo, con más de ocho millones de almas. Esa paradoja de la soledad en medio de la multitud es la que inspira su último trabajo, Aislado 7, que es también una de las tres obras ganadoras del certamen Generación 2008, convocado por Caja Madrid. Su pieza consiste en una guía telefónica abierta. Una de las dos mitades se ha excavado página a página. Y los recortes se han ido amontonando en la otra mitad hasta erigir una pequeña isla. "Está ahí, sola, pero rodeada por centenares de personas, representados por los nombres de la guía", explica Ikenaga. "La vida en cualquier ciudad es así. Uno está en medio de centenares de nombres, identificables pero anónimos al mismo tiempo. Todos esos datos en la guía no significan mucho para alguien que está solo".

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Ikenaga ha reflexionado sobre la soledad a través de un objeto cotidiano. Su isla se expone, junto a las creaciones de otros 30 participantes procedentes de toda España, en La Casa Encendida hasta el 23 de marzo. Son pinturas, fotografías e instalaciones dispares con el denominador común de la edad. Todos los autores están en torno a la treintena. Uno de los más jóvenes es Hugo Alonso (Soria, 1981), que presenta Carneóptica, un acrílico que mezcla imágenes de ojos con electrodomésticos. Una propuesta más pop es la de Eduardo Pérez Salguero (La Unión, 1973), con el cartel de inspiración cómic Apollo. Son sólo dos muestras del panorama de la joven vanguardia artística española, desde la escultura y la pintura hasta la fotografía, la instalación y la videocreación. La muestra recorrerá Valencia, Valladolid, Barcelona y Sevilla.

Dentro de la diversidad, un rasgo común une las tres obras premiadas: la reflexión sobre la percepción. Es el caso de Cataratas, de Carlos Aires (Ronda, 1974), que propone revisar la percepción de la realidad a través de los medios de comunicación. Se trata de un vídeo que muestra varias imágenes, desde el bombardeo de Irak retransmitido por la CNN en 1991, al atentado de las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001, pasando por el tsunami de Indonesia en 2004. Todas las tomas, sin embargo, aparecen borrosas. "La palabra catarata se refiere a la ceguera, claro, pero también a la cascada del llanto que conlleva ceguera", señala el autor. "Es una metáfora de esa realidad que es imposible de aprehender". Cada imagen va acompañada de una voz en off. Son las palabras de personas ciegas de nacimiento que explican su definición de conceptos como "guerra", "catástrofe" o "sangre". "Si te preguntan cómo es la sangre dices roja, líquida, etcétera", explica Aires. "Sin embargo, uno de los testimonios nos dijo que le recordaba una vez que se hizo una herida en la rodilla y se la chupó. Era salada y pegajosa. La asociaba a una sensación de asco", añade, "el vídeo recorre esta variedad de percepciones", explica Aires, segundo premiado.

La tercera pieza galardonada, una instalación de Zuhar Iruretagoiena (Zarautz, 1981), se adentra en una percepción más íntima. Evoca la sensación de descanso tras años de trabajo. La obra se titula Soupir (suspiro), y trata de recrear una exhalación de alivio. Un globo se infla y se desinfla rítmicamente frente a una pantalla de ordenador, símbolo del trabajo. Diversas percepciones reflejadas en creaciones singulares.

<i>Apollo,</i> de Eduardo Pérez Salguero.
Apollo, de Eduardo Pérez Salguero.

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