Interrogados 40 policías de Málaga por corrupción
Dos intérpretes fueron arrestadas, una de ellas acusada de vender información
La brigada de Asuntos Internos ha interrogado esta semana en Málaga a cerca de 40 agentes del Cuerpo Nacional de Policía dentro del caso por las supuestas irregularidades cometidas por cuatro miembros de la unidad antimafia de la Costa del Sol. En el caso, destapado el martes, fueron detenidos cuatro inspectores, dos intérpretes, y el director de una clínica de estética de Marbella. Todos quedaron en libertad excepto Alfredo Marijuán, encargado de la sección de Crimen Organizado, y Carlos Farré, jefe de Udyco en Marbella, en prisión preventiva por orden del juez Julián Cabrero. La policía tiene en Málaga unos 1.800 agentes.
Los encarcelados están acusados de media docena de delitos como cohecho, malversación, omisión del deber de perseguir delitos o irregularidades en un registro policial efectuado en julio de 2007 en Coín (Málaga).
El instructor del caso considera que existen indicios de que el inspector jefe Marijuán recibió pagos de ciudadanos rusos a cambio de elaborar informes privados sobre vigilancias realizadas con medios públicos, según el auto de prisión. Fuentes del entorno del agente indicaron que estos contactos con rusos son simplemente "colaboraciones" con el anterior oficial de enlace del Ministerio del Interior de Rusia en España.
En el caso han sido detenidas dos intérpretes, y no una, como se informó los días anteriores. Una de ellas, arrestada en Madrid, es la esposa del ex oficial de enlace ruso y está acusada de vender información. En el interrogatorio, esta mujer fue preguntada por un sobre que supuestamente el inspector jefe Marijuán le entregó para su marido. Este sobre, según fuentes jurídicas, contenía datos sobre una mujer de nacionalidad rusa, novia de un traficante de cocaína fichado en Estados Unidos.
La otra intérprete fue detenida el martes en Torremolinos. Su declaración comenzó a las 8.00 y fue puesta en libertad a las 15.00 del mismo día tras serle leídos sus derechos, pero, según ella, no llegó a ser fichada ni pasó a disposición judicial. Esta intérprete mantiene que los agentes de Asuntos Internos le preguntaron acerca de un cuadro que tenía en su domicilio y que perteneció a un supuesto delincuente cuya casa fue registrada en Marbella en septiembre de 2007 con ella como testigo.
Tras el interrogatorio, la intérprete entregó "voluntariamente" ese cuadro en el juzgado junto con documentación que certifica que le había sido regalada por la ex mujer del delincuente, de la que se había hecho amiga. "Participé en ese registro, pero los policías se olvidaron por error de hacerme firmar el acta como testigo", afirmó la traductora.
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