Las federaciones menos votadas quieren recuperar el centro político

El interrogante sobre si lo que beneficia a los socialistas en Cataluña y el País Vasco puede perjudicar a otras comunidades estuvo ayer presente en el Comité Federal del PSOE. Sin ánimo de aguar la fiesta, desde Castilla-La Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana, aunque con matices diferenciales, perdedoras de las elecciones generales desde hace varias legislaturas, se puso sobre el tapete si todas las políticas y todos los mensajes benefician o perjudican por igual.

Quizá el más claro en este planteamiento fue el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que se diferencia de Murcia y de Valencia en que en las elecciones autonómicas él gano ampliamente y recogió con soltura el testigo que le dejó el anterior presidente, José Bono. Barreda señaló que el éxito había sido rotundo y su alegría era infinita.

Su reflexión se encaminó a constatar que el PSOE "ha perdido el centro geográfico y sociológico" y que eso ocurre allí dónde no se puede crecer más por la izquierda. Así, a Castilla-La Mancha y a Madrid sólo le quedaría crecer por el centro. En el fondo de estas consideraciones subyace la creencia de que el discurso del PP contra el gobierno de Zapatero por la política territorial ha afectado negativamente en algunas autonomías.

Aunque Madrid se podría ver afectado por esta circunstancia su secretario general, Tomás Gómez, decidió afrontar la situación con optimismo y constatar que habían recuperado decenas de miles de votos en relación a las municipales y autonómicas del pasado año.

Mismo discurso

Pero Zapatero, en su réplica, también lanzó interrogantes que pondrían en entredicho la suposición de que lo que beneficia a Cataluña y País Vasco perjudica a las demás. "¿Extremadura no es España, que ha obtenido el 52% de los votos; o Sevilla o Asturias?". A este respecto, el presidente extremeño, Guillermo Fernández-Vara, atribuyó el éxito del PSOE a que mantenga el mismo discurso en todas las comunidades. En el aire quedó la imposibilidad de hacer un diagnóstico común de por qué pierden en algunas autonomías.

Zapatero se mostró muy orgulloso del partido por su implantación en toda España y por el grado de apoyo, que en ninguna comunidad baja del 30%. Zapatero recordó que han mejorado los resultados en 11 comunidades y en Ceuta y Melilla, en las que se supera el 40% de los votos. Todos coincidieron, el primero Zapatero, en felicitar "con emoción", a los militantes del PSE, que han conseguido ser primera fuerza en el País Vasco.