La 'pyme' de la alimentación ignora la I+D+i

Cuatro de cada 10 pequeñas y medianas empresas (pymes) del sector de la alimentación viven de espaldas a la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), según los chocantes datos presentados ayer en el marco de la feria Alimentaria, que precisamente ha focalizado buena parte de sus actividades en la innovación y que cerró sus puertas con un récord de 158.000 visitantes profesionales, 33.000 de ellos extranjeros.

El problema no radica sólo en el escaso número de pymes que invierten en innovación, sino en que la cifra de las empresas que no invierten en ella ha subido el 32% desde el año 2003.

"Es un dato preocupante", confesó el responsable de la Subdirección General de Industrias, Innovación y Comercialización Agroalimentaria del Ministerio de Agricultura, José Miguel Herrero.

Los datos corresponden a una encuesta realizada a propietarios y responsables de innovación de 809 pequeñas y medianas empresas del sector. El sondeo encargado por el ministerio revela, además, que únicamente el 1,3% de estas compañías destinan más del 10% de su facturación a innovar. Las que más en serio se toman la apuesta en el sector son las de transformación de frutas y hortalizas.

Cuando se les pregunta por qué no invierten, las empresas consultadas responden en primer lugar que echan en falta más ayudas de la Administración. Otras hablan de problemas de financiación. Pero el 25% confiesa que no lo considera necesario.

Son datos que contrastan con el énfasis que el salón -el único que, junto con Construmat, ocupa los dos recintos de la Fira de Barcelona, en Montjuïc y Gran Via- ha puesto en la innovación de productos y servicios. El salón se convirtió en el escaparate de numerosas novedades, de productos nuevos como la cerveza con cola o el jamón de salmón, pasando por la carne a base de soja, o de nuevos envasados, como el vodka en tubo de pasta de dientes o el café con leche en tetrabrik.

"El impacto de Alimentaria no es sólo cuantitativo, sino también extremadamente cualitativo", subrayó el director del salón, José Antonio Valls. Éste aludía al hecho de que la feria dejará a la ciudad 168 millones de euros. En su clausura, la organización cuantificó en 33.000 el número de visitantes que proceden de fuera de España. Esta cifra supone el 21% más de profesionales extranjeros de los que hubo en la edición anterior del salón. De las cerca de 5.000 empresas que fabrican y distribuyen alimentos y bebidas, 1.500 son internacionales, procedentes de 70 países. Suman el 6% más que en la anterior edición.

El presidente de la Fira y de Alimentaria, Josep Lluís Bonet, se declaró "satisfecho" del transcurso de un salón que, según afirmó la institución en un comunicado, ha cerrado con "las mejores cifras de su historia".